El 9 de junio de 1804, Ludwig van Beethoven y su pupilo Ries reunieron a un grupo de músicos para ejecutar por primera vez su Tercera Sinfonía, “Bonaparte”,  ante su patrón, el Príncipe Lobkowitz e invitados, que incluían al hipercrítico Conde Dietrichstein, en Viena. La obra incitó argumentación política entre los ejecutantes y la audiencia sobre si Bonaparte era un tirano o, como Beethoven creía, un libertador. El compositor acaba es rechazado por su antiguo amor, la viuda reciente Josephine von Deym, mientras que la visita del gran Haydn le trae cumplidos inesperados. Al dejar el encuentro, Beethoven le confiesa a Ries que está perdiendo el oído y luego se entera que Bonaparte se ha declarado Emperador de Francia. Como resultado, le pierde todo respeto a Napoleón y decide cambiar el título de su sinfonía a “Eroica”.

Fuente: IMBd.com