El Mar fue compuesta durante una época difícil para Debussy. El compositor quería escribir sobre el mar, pero sentía que estar cerca del océano lo distraería y haría superflua la composición. Así que él y su esposa Lily fueron a las montañas de Borgoña, donde "mi viejo amigo el mar, siempre innumerable y bello", no era sino un recuerdo sensorial. El proceso avanzó muy lentamente y para julio de 1904 el trabajo estaba lejos de estar terminado, lo que coincidió con la crisis marital entre Debussy y Lily.

Durante los tres años anteriores, Debussy se había sentido cada vez más cautivado por Emma Bardac, miembro destacado de la élite intelectual y artística de París y esposa de un rico banquero. A menudo los Debussy habían sido invitados a cenar con los Bardac, pero Lily siempre se sentía fuera de lugar. Los demás la trataban como a un ser intelectualmente inferior. Cuando Lily descubrió que Debussy la había dejado por Emma, se pegó un tiro que resultó casi mortal.

A continuación se produjo un gran escándalo. La esposa del compositor más conocido de Francia se había pegado un tiro porque él había huido con la esposa de uno de los hombres más destacados de París. Todo el mundo estaba interesado, y los chismes volaban. La mayor parte de los amigos de Debussy se compadecieron de Lily. Iniciaron una colecta de fondos para pagar sus cuentas del hospital. Cuando el compositor se enteró, rompió sus relaciones con todos los que habían participado en el asunto. Sus restantes amigos desaprobaron su conducta y rompieron relaciones con él. Debussy tenía a Emma pero, por lo demás, estaba solo.

Debussy y Emma se fueron durante el verano y él continuó trabajando en El Mar. Regresó a París en octubre, alquiló un departamento y, sin que nadie lo supiera, comenzó a visitar a Lily periódicamente. Una noche varios meses más tarde, le dijo a Lily que Emma iba a tener un hijo de él. Después acompañó a Lily hasta la puerta y después de eso sólo la vio en las audiencias del amargo divorcio que tuvieron lugar el verano siguiente. El juicio de divorcio resultó desfavorable para Debussy. En octubre se estrenó El Mar y dos semanas más tarde nació la hija de Emma y Debussy. Estos intentaron iniciar una nueva vida, pero fueron boicoteados por la sociedad parisina, incluso después de que finalmente se casaron, tres años más tarde.

Es imposible evaluar el impacto que tuvieron sus dificultades personales sobre El Mar. Es verdad que el compositor pudo terminar la pieza al cabo de dos años de trabajo permanentemente interrumpido y, es verdad que en ella su estilo cambió de las texturas anteriores finas y casi nebulosas a un lenguaje más denso, más concreto, más disonante y más polifónico. Estos cambios, por supuesto, podrían haber ocurrido incluso en circunstancias más felices; de hecho fueron lo que Debussy probablemente consideraba apropiado en un trabajo relacionado con el mar.

El compositor sentía que había una identidad básica entre la omnipresencia misteriosa de los fenómenos naturales y el pathos subjetivo del espíritu humano. Estaba interesado en reflejar en la música los sutiles matices de los detalles más pequeños y los triunfos más majestuosos de la naturaleza. Como el alma de la naturaleza era, para él, fundamentalmente la misma que el alma del hombre, no era necesaria ninguna interpretación ni introspección. Evocar el mar era automáticamente evocar lo más profundo de las emociones humanas. En su interés por retratar lo extramusical, Debussy era un romántico; en su deseo de ponerse a un lado y permitir que la naturaleza hablara directamente, era un clásico. La esencia de su estilo radica en el equilibrio que existe entre estos aspectos románticos y clásicos de su personalidad musical.