1 de marzo 2018

Sonata para violín no. 2 op. 13 de Edvard Grieg

Vadim Repin,  violín
Nikolai Lugansky, piano

La Sonata no. 2 en sol mayor, op. 13, fue escrita durante las tres semanas que duró la luna de miel de Grieg. No es de extrañar que sea una pieza feliz. La vena popular noruega era ahora una parte natural de su vocabulario, y esta obra está impregnada con sus sabores. Los movimientos externos contienen elementos del springar, una de las danzas más conocidas de este repertorio, aunque el primero es introducido por un sombrío doloroso de Lento en sol menor, que prepara la escena, como en la primera sonata, para la melodía boyante en sol mayor, Allegro vivace, que sigue. El tema secundario, con un prominente motivo melódico en el estilo de Grieg, ofrece un contraste armónico, pero está construido sobre el mismo material temático; la tercera melodía está en la dominante, re mayor. Después de una exposición generosa, Grieg mantiene el desarrollo corto, varía el material en la recapitulación, anuncia la coda de manera grandiosa y finaliza con un carácter brillante. El movimiento lento de la segunda sonata también está en forma ABA, las secciones externas en mi menor rodean la sección central en mayor. El finale mantiene la evolución formal del primer movimiento: es una amalgama de forma-sonata y rondó, una vez más contrastando las relaciones motívicas rítmico-melódicas del material con cambios más dramáticos