Pietro Mascagni (1863-1945) tenía 25 años de edad cuando decidió participar en un concurso de composición operística abierto a los jóvenes compositores italianos que aún no hubieran estrenado ninguna obra en un escenario. Tomando como base un relato del novelista Giovanni Verga, Mascagni compuso Cavalleria rusticana, ópera en un acto que no solo fue una de las tres ganadoras del concurso, sino que se convirtió en la obra más conocida del compositor y una de las grandes óperas de todos los tiempos. Debido a su corta duración, usualmente se representa junto con otra de las clásicas tragedias operísticas favoritas del público: Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo.

Compuesta por el entonces desconocido Ruggero Leoncavallo (1857-1919) y estrenada en 1892, dos años después que Cavallería Rusticana, Pagliacci narra un trágico suceso que tiene lugar dentro de un espectáculo de la comedia del arte y del que el propio compositor —según afirmaba— fue testigo cuando era pequeño. Esta obra en la que funden de manera magistral la ficción y la realidad dentro del escenario contiene una de las arias más famosas y emblemáticas de la historia de la ópera, Recitar!... Vesti la giubba, que ha sido interpretada por los más grandes tenores desde Enrico Caruso hasta Luciano Pavarotti.