El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung cree conocer el origen de estos males : el Festival es víctima de “arterioesclerosis” artística”, símbolo de un gusto obsesivo por el “Regietheater” más obsoleto; el Festival “es casi tan excitante como una mala cerveza ”. Priva un ambiente siniestro que Frank Castorf, director de un “Anillo” a la kalashnikov, no ha hecho nada por animar: disgustado por la reposición de su producción, el inquieto prodigio de la escena berlinesa acusó a las hermanastras Wagner, de imponer en el Festspielhaus un clima de miedo e intimidación digno de…la RDA. Una de las hermanastras, Eva, dejará el Festival en septiembre 2015 mientras que Katharina permanecerá ¡hasta 2020! Se hacen votos por que la hierba de la colina sagrada sea más verde el año próximo para el debut del primer francés invitado desde Pierre Boulez: Alain Altinoglu, en Lohengrin.
Fuente: Diapason
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