Maurice Ravel (1875-1937) escribió el dueto de piano Ma Mère l’Oye (Mamá Oca) en 1910 para dos jóvenes estudiantes, Mimi y Jean Godebski (a quienes dedicó la pieza), los hijos de sus amigos Cipa e Ida Godebski.
Soltero y sin hijos, Ravel adoraba a los niños y su mundo de fantasía. Intentó escribir música para piano que ellos pudieran tocar, y a la vez reflejar el mundo de la niñez que le maravillaba. Subtitulada como “cinq pièces enfantines”, Mamá Oca se basa en los cuentos de hadas de Perrault, muy conocidos tanto en la época de Ravel como hoy en día.
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Pavana de la Bella Durmiente
El primer movimiento, Pavane de la Bella Durmiente (Pavana de la Belle au Bois durmiente) tiene solo 20 compases de longitud, pero concentra enorme gracia y belleza en ese pequeño espacio. La pieza nos sugiere la atmósfera tranquila del sueño perpetuo de la belleza. Ravel escribió que “la idea de evocar en estas piezas la poesía de la infancia, naturalmente, me llevó a simplificar mi estilo y refinar mis medios de expresión”. Es la simplificación del estilo y la expresión lo que hace que este movimiento sea tan mágico.
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Pulgarcito
El segundo movimiento, Pulgarcito (Petit Poucet), está precedido por el siguiente texto: “Pensó que fácilmente podría encontrar el camino a casa por las migas de pan que había dejado caer en el camino, pero se sorprendió mucho cuando descubrió que no podía encontrar una sola migaja: los pájaros se los habían comido todos”.
Ravel crea una sensación de desconcierto y malestar con el acompañamiento que constantemente cambia de metro y una melodía quejumbrosa que busca un camino a casa. Los pájaros son claramente audibles en la parte superior del piano mientras gorjean y gorjean al comer las migas.
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Laideronnette, emperatriz de las pagodas
El tercer movimiento, Laideronnette, Emperatriz de las Pagodas (Laideronnette, Impératrice des Pagodes), también comienza con una cita: “Ella se bañaba mientras los pagodines comenzaron a cantar y tocar instrumentos. Algunos tenían oboes hechos de conchas de nueces y otros tenían violas hechas de conchas de almendras, ya que tenían que tener instrumentos que eran de su propiedad, en pequeñas proporciones “.
Una pagoda es una estatuilla china con una cara grotesca y una cabeza movil (un accesorio de decoración popular en Francia del siglo XVIII). En la historia, Laideronnette es una princesa china que ha sido maldecida con horrible fealdad y vaga por años con su única compañera, una serpiente verde igualmente fea. Han naufragado en la isla de las pagodas y la pequeña gente de porcelana la toma como su reina. Eventualmente, ella se casa con la serpiente y ambos se transforman en una bella princesa y un apuesto príncipe. El uso de las melodías pentatónicas de Ravel y su escritura de piano parecida al Gamelan dan a este movimiento una sensación casi oriental.
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Conversación de la Bella y la Bestia
El cuarto movimiento se titula Conversación de la Bella y la Bestia (Les Entretiens de la Belle et de la Bête) y la partitura de Ravel incluye un diálogo de la historia:
Bestia: “Moriré feliz porque he tenido el placer de volver a verte”.
Bella: “No mi querida Bestia, no morirás; vivirás para convertirte en mi esposo”.
……… y la Bestia desapareció y un Príncipe más guapo que el amor le agradeció por romper su hechizo “.
Las dos primeras secciones de la música representan a la Bella con un vals gracioso. La Bestia se reconoce fácilmente por las notas grotescas y profundas del bajo del piano. Cuando la bella declara su amor, sus melodías se combinan. Un glissando mágico indica que la bestia se ha transformado a su estado anterior, un apuesto príncipe.
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El jardín encantado
El movimiento final, El jardín encantado (Le jardin féerique), es una historia de la imaginación de Ravel. Le da a la obra una sensación de circularidad y representa el despertar de la Bella Durmiente con un beso del Príncipe Azul. Pasean en el jardín del Hada Madrina y el movimiento llega a su clímax con fanfarrias y campanas de boda ya que todos viven felices para siempre.
Fuente: scottbrothersduo.com
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