“El piano ha sido durante tres siglos icono y símbolo del arte occidental. Pero es que ahora ha tomado Oriente otra de las poderosas razones que le convierten en protagonista de una nueva era dorada. Los jóvenes intérpretes vienen de China, Corea y Japón. Uno de los avisos lo dio Yundi Li, inaugurando el siglo XXI cuando ganó el concurso Chopin, el más importante del mundo, en el año 2000 – se celebra cada cinco años -, con 19 primaveras. Le hazaña le catapultó entonces rumbo a una carrera internacional, aunque luego fuera dejado atrás por compatriotas suyos como Lang Lang o Yuja Wang.
Los tres se convirtieron en fenómenos de masas pop en su área geográfica donde se ha producido un crecimiento espectacular de ventas. Sólo en China existen 40 millones de niños que estudian el instrumento. También es en ese continente donde se fabrica la mayoría de pianos del mundo: un 85% de los 500,000 pianos que se hacen anualmente en el planeta proviene de allí, con la marca japonesa Yamaha como mayor fabricante, con 90,000 unidades, al año; más del doble de una sola marca de todos los pianos que se manufacturan en Europa durante el mismo periodo: 40,000.
De ese medio millón de pianos, caen en España cada 12 meses alrededor de 5,000, según Félix Hazen, vicepresidente de Yamaha.
La compañía Hazen Música. “El mercado en España se muestra estable desde hace décadas”, asegura. Lo mismo que en Europa, donde Alemania sigue siendo el país donde más pianos se venden (35,000 al año), seguido de Francia (25,000) y Reino Unido e Italia (con 15,000 cada uno). La proliferación de escuelas de música y conservatorios, de los que hoy en España hay 1,200 centros según la guía que ha realizado la revista Doce Notas, hace, a juicio de Hazen, “que el piano esté cada vez más presente en los hogares”.
Lo anterior es una muestra de los espléndidos textos de Jesús Ruiz Mantilla, cronista de El País, reunidos en su libro Contar la música.
Jesús Ruiz Mantilla, Contar la música, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2015
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