El ángel exterminador, una de las películas más celebradas de Luis Buñuel, filmada en México en 1962, ha servido de inspiración al connotado compositor británico, Thomas Adés (1971). Su ópera del mismo nombre fue estrenada y aclamada en el Festival de Salzburgo 2016, con un reparto excepcional bajo la dirección del propio compositor. Fue comisionada por la Royal Opera House Covent Garden, la Ópera Real Danesa y la Ópera Metropolitana de Nueva York que próximamente la pondrán en escena.
Estanislao Orozco, en la Revista de Letras, cita los siguientes comentarios de Buñuel sobre esta película:
“En sus memorias, Buñuel resumió la trama así: ‘(…) un grupo de personas que una noche, al término de una función teatral, van a cenar a casa de una de ellas. Después de la cena, pasan al salón y, por una razón inexplicable, no pueden salir de él’.
Aquellos que esperan de mí una obra de tesis con un mensaje ¡pueden esperar! Pero que El ángel exterminador es susceptible de ser interpretado, qué duda cabe.
En una entrevista recogida en el libro Buñuel por Buñuel, publicado en 1993, el cineasta se preguntaba: “¿Por qué no se entienden? ¿Por qué no llegan juntos a una solución para salir de la casa?”.
El diario londinense The Guardian se desbordó en elogios ante la obra de Adés; de ella citamos una muestra:
“Macabra y fabulosamente inventiva, la esperada ópera de Adés comprueba que su música se ha nutrido de todo tipo de expresiones, se podría decir que es ecléctica pero sería más correcto decir que el compositor es un polilinguista musical. La partitura es vivaz y en ella encontramos desde Wagner, Mussorgsky, Bartók, Nielsen, Ravel, Shostakovich y Nancarrow; desde la chanson del siglo doce a la chacona y polifonía coral, vía flamenco y Stravinsky; avanza hacia la melodía y retorna a la disonancia”.
Fuentes: Revista de Letras; The Guardian.
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