Con motivo de los festejos para conmemorar el 50 aniversario del Museo de Antropología, se ofreció un concierto titulado “Música azteca imaginada” en el que se estrenaron las obras de los compositores Javier Álvarez (1956) – Del corazón de madera; Jorge Torres – Bacab; y Mariana Villanueva (1964) – Kratu. Un coro de niños del Totonacapan abrió el concierto que, además de los estrenos, incluyó piezas como Xochipilli, música azteca imaginada, para instrumentos de aliento y percusiones, creada por Carlos Chávez en 1940, y Pop Wuj I, pieza de Salvador Torre, que explora las sonoridades de la lengua maya-quiché.En su afán por difundir la música de México, Chávez (1899-1978) se interesó por las raíces prehispánicas, pero debió reconocer que la música precolombina desapareció; solo perduraron algunos instrumentos e imágenes. Antes que renunciar a la “seductora tarea” de invocar la sonoridad de las antiguas culturas mexicanas, el compositor optó por imaginar. “Alentado por las posibilidades sonoras de algunos instrumentos prehispánicos e indígenas, escribió Xochipilli, en la cual utilizó un instrumental autóctono que incluía teponaxtles, huéhuetls, omichicahuaztlis, caracolas marinas y tenábaris”, explica el programa del concierto del sábado 20 de septiembre, que se efectuó en el Patio Central del museo. Participaron el Ensamble Raga y el trío de percusiones Barra Libre.“Valga reiterarlo”, escribe en el programa el productor artístico y musicólogo, Ricardo Miranda: “No hay música precolombina, pero definitivamente existe una fascinante ‘idea’ de la música precolombina”.Fuente: Yanireth Israde, en Reforma.
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