La pavana es una danza ceremonial que estuvo de moda en las cortes europeas en el Renacimiento y muy especialmente en Italia, Francia e Inglaterra (hasta inicios del s.XVII). Es probablemente de origen italiano y su nombre derivaría de la ciudad de Padova (Padua). Una recopilación de 1508 – Tablatura del laúd, libro cuarto – impresa por Petrucci incluye “Padoane diverse” para laúd, algunas señaladas “ala venetiana”, otras a “ala ferrarese” y son sin duda los ejemplos más antiguos de pavanas que se conocen.
Imitando las pavanas que abrían solemnemente los bailes, las antiguas pavanas instrumentales italianas que se colocaban al inicio de suites (como más tarde lo serían las “allemandes”), generalmente eran seguidas de una danza vivaz llamada “saltarello” que después – a mitad del siglo – sería reemplazada por “el cinco pasos” o “gallarda”.
Después de que estas danzas cayeron en desuso hacia 1600, sus formas instrumentales sobrevivieron hasta el fin del siglo XVII, conservando sobre todo la tradición de la “pavana-gallarda”. Los grandes maestros del género fueron los ingleses Byrd, Dowland, Gibbons (pavanas para las violas) y Bull. Para el siglo XVIII, la pavana ¡había casi desaparecido! Volvería a hacer su aparición – excepcionalmente – en la obra de Maurice Ravel, Pavana para una infanta difunta (1899) para piano y, posteriormente, versión orquestal.
Fuente: Roland de Candé, Diccionaire de musique, Paris, Seuil, 1997.
Byrd – Pavanne Lachrymae
Ravel – Pavana para una infanta difunta
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