Diversos compositores han tomado textos de Paz para escribir desde ciclos de canciones hasta una ópera. Algunos ejemplos destacados:
· La hija de Rappaccini (1991), ópera de Daniel Catán (1949-2011), libreto de Juan Tovar basado en la pieza de teatro de Paz, a su vez inspirada en un cuento de Nathaniel Hawthorne (1804-1864). Existe una nueva versión del propio Catán, reducida a ópera de cámara, para 2 pianos, arpa y percusiones que incluye arias y fragmentos que no se encuentran en la ópera original.
· Ofrenda del tiempo (2000), compuesta por el pianista ruso Dmitri Dudin – avecindado en México desde 1990 – ; es una cantata para voz, quinteto de cuerdas y piano; basada en el poema “Piedra de sol”.
· Blanco (1992), del compositor zacatecano Gonzalo Castillo (1955), pieza para orquesta basada en el poema del mismo nombre; concebida como “una danza de signos, voces, formas visuales y sonoras”.
· Richard Cornell, compositor estadounidense, escribió una Sinfonía en 1992, también inspirada en “Blanco”, para orquesta, soprano, mezzo, y barítono bajo.
· Muerte: paz en el agua (2013), de Tito Rivas (1977), pieza que utiliza fragmentos de grabaciones que recuperan la propia voz de Paz leyendo sus poesías como “Piedra de sol” y “El cántaro roto”, presentadas mediante un diseño que evoca principalmente ambientes sonoros. Rivas es músico, artista sonoro e investigador del fenómeno acústico. Una muestra actual de las posibilidades del arte sonoro para difundir la obra del poeta. Presentada este año en la Fonoteca Nacional.
· Manantial de soles, de Manuel Enríquez (1926-1994); Mariposa de obsidiana, de Daniel Catán (1949-2011) y Hacia el comienzo, de Mario Lavista (1943) son composiciones destacadas cuyo frustrado “estreno” en un Festival Cervantino es comentado por Juan Arturo Brennan en otro texto que publica Música en México.
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