Según la revista BBCmusic, se han escrito varias óperas excepcionales en inglés en los últimos años, y cita como ejemplos tres de ellas: Written on Skin (Escrito sobre piel) de George Benjamin (1960), cuyas representaciones en escenarios europeos desde su estreno en el festival de Aix-en-Provence en 2012. han sido recibidas con grandes elogios por parte de la crítica y del público, un éxito similar ha tenido The Importance of Being Earnest (La importancia de llamarse Ernesto), del compositor irlandés Gerald Barry (1952), basada en la célebre comedia de Oscar Wilde. Fue estrenada en Los Ángeles y Londres en 2010 y ha sido aclamada como una gran ópera cómica. Existen excelentes grabaciones de ambas en DVD. Este año la Ópera Nacional de Gales ha estrenado con éxito Fígaro Gets a Divorce (Fígaro se divorcia) de la compositora de origen ruso radicada en Inglaterra, Elena Langer (1974 que, en cierto modo y estilo, completa una trilogía de óperas basadas en obras de Beaumarchais – El barbero de Sevilla de Rossini y Las bodas de Fígaro, de Mozart.
Si se hojean las revistas internacionales sobre música y las especializadas en ópera está claro que la ópera no ha muerto ni siquiera agoniza a pesar de los múltiples obstáculos a la que se enfrenta, principalmente económicos. Pero en cuanto a su sobrevivencia como género, el compositor irlandés Gerald Barry ha señalado en una entrevista en Opera News: “ Ópera es lo que siempre ha sido y será. Nada está en crisis. Los únicos que están en crisis son las personas que utilizan las formas. Las personas que hablan de “la muerte de…” dicen tonterías. Todo permanece igual. Todo es siempre lo mismo. Nada cambia. Lo que hay son distintos niveles de imaginación y eso siempre ha existido. No hay ningún avance imaginativo de Piero Della Francesca a Wagner. Ambos alcanzaron un nivel supremo y por tanto son iguales. Eso es todo lo que importa. Las demás consideraciones son meras apostillas”.
Comentarios