Igor Stravinski (1882-1971) escribió varias partituras célebres para el ballet, especialmente a partir de su colaboración con la compañía Ballets Russes fundada y dirigida por el empresario Serge Diaghilev. En 1909, en un concierto en San Petersburgo, se tocaron dos piezas orquestales de Stravinski: Fuegos de artificio y el Scherzo fantástico. Entre el público se encontraba Diaghilev quien le comisionó la partitura de un ballet. El resultado fue El pájaro de fuego que se presentó en 1910 en la Ópera de París, obteniendo tal éxito que el nombre de Stravinski se volvió famoso de la noche a la mañana. Diaghilev le convenció de escribir una partitura más para ballet, Petrushka (1911), que se convirtió en un segundo triunfo para el compositor y marcó un hito para la música del siglo veinte con sus ritmos eléctricos, texturas instrumentales novedosas y politonalidad audaz, que culminarían en La consagración de la primavera (1913).
El libreto del ballet fue escrito por Stravinski y el artista Alexandre Benois, quien también diseñó el vestuario y decorados; la coreografía fue de Michel Fokine. El personaje titular, un arlequín llamado Petrushka, fue encarnado por el famoso bailarín ruso Nijinski y la Bailarina por Karsavina, dos grandes estrellas del Ballets Russes. La historia es muy sencilla: El dueño de un teatro de marionetas da vida a sus títeres Petrushka, la Bailarina y el Moro. Petrushka se enamora de la Bailarina pero ella prefiere al Moro, quien mata a Petrushka. La partitura de Stravinski data de 1911 y una segunda versión de 1947 . Es una de las obras orquestales más populares de Stravinski, y existe una transcripción para piano solo que realizó para Artur Rubinstein y que figura en el repertorio de numerosos pianistas.
Pulcinella (1920). Después de la primera guerra mundial, Diaghilev nuevamente encargó un ballet a Stravinski. La música marca el principio de una segunda etapa en el desarrollo del autor. Está basada en temas musicales de Pergolesi y otros contemporáneos italianos del siglo XVIII. El material no solo era “clásico” sino la forma en que fue concebida ésta y otras obras siguientes se finca en estructuras consideradas “pasadas de moda” – el Concierto para piano y el Octeto para instrumentos de aliento. Estas obras distan mucho de las composiciones esplendorosamente orquestadas de la pre-guerra y que Stravinski abandonaba a favor de lo que ahora se denomina su “neo-clasicismo”.
Pulcinella es un ballet con canto, libreto y coreografía de Massine, y en su primera representación – decorados de Picasso. El libreto está basado y sigue el estilo de una comedia de enredos napolitana. Coreografías posteriores incluso ignoran el libreto original y aprovechan la brillantez de la música para nuevas creaciones.
La Orquesta Sinfónica Nacional interpretará estas dos obras el viernes 23 de oct. a las 20:00h, y el domingo 25, a las 12:15, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto y la participación en Pulcinella de los cantantes Anabel de la Mora , soprano; Orlando Pineda, tenor y Jesús Suaste, barítono.
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