El cuarteto es una pieza instrumental o vocal escrita a cuatro voces. Pero no todas las obras escritas a cuatro partes son un ‘cuarteto’ en el pleno sentido del término ya que, a partir del siglo XV, la escritura a cuatro partes – que permite aliar la riqueza y la simplicidad – es la más utilizada en casi todos los géneros. Las misas, los motetes y canciones polifónicas están escritas, a partir de esa época, frecuentemente a cuatro voces. Hacia la mitad del siglo XVIII, el grupo de cuerdas que incluye 2 violines, una viola y un violoncello (duplicado, en una orquesta por el contrabajo), es la célula principal de la naciente orquesta sinfónica. Con la tendencia a la individualización de los instrumentos, el cuarteto de solistas se emancipa tanto como conjunto como forma. Si bien los primeros cuartetos de Boccherini (1743-1805) de hecho no son mas que sinfonías para cuerdas, a partir de Haydn (1732-1809) y Mozart (1756-1791), el cuarteto de cuerdas es, junto con la sonata, la forma principal de la música de cámara. De Beethoven (1770-1827) a Bartók (1881-1945) y Shostakovich (1906-1975), casi todos los grandes músicos la han honrado. A partir del siglo XIX, surgen variantes como el cuarteto con piano, en el que el piano se suma a un trío de cuerdas, o bien el quinteto formado por el cuarteto de cuerdas con un piano u otro instrumento.
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