El primer concierto para piano de Tchaikovsky que todo el mundo conoce y todos los pianistas tocan y graban es la edición de 1889 pero existe una versión anterior, publicada en 1879, preferida por el compositor y tocada y dirigida por él mismo en su último concierto. Ahora, el pianista ruso Kirill Gerstein ha grabado la versión 1879 , acompañado por la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín/dirigida por James Gaffigan (sello Myrios Classics). Según el cronista Erik Levi de la revista BBCmusic, escuchar esta versión por vez primera es “una revelación musical” que produce cierto “choque”.
Entre los cambios más notables están varios compases adicionales a la mitad del Finale que fueron eliminados en la versión más conocida; sin embargo, su presencia sirve para que el movimiento sea mucho más satisfactorio estructuralmente. De igual manera, la sustitución de los acordes bombásticos que atraviesan el teclado entero en la introducción al primer movimiento por unos arpegios mucho más suaves altera la trayectoria del argumento musical de Tchaikovsky de forma inesperada y sutil. Quizás lo más sorprendente de la interpretación de Gerstein sea su habilidad para convertir la escritura pianística en algo más transparente que de costumbre. En varios pasajes de los dos primeros movimientos, el diálogo entre el piano y los alientos de madera alcanza una elegancia casi mozarteana. Y en vez del ataque bravío convencional, Gerstein aporta poesía, gracia dancística, y una amplia gama de timbres. Sin embargo, su ejecución en ningún momento suena humilde o discreta.
El disco incluye el Concierto para piano no. 2, de Prokofiev… una ejecución que ofrece enorme peso emotivo en el primer movimiento; Gerstein negocia la extensa cadenza con un formidable control arquitectónico, una versión particularmente siniestra del Intermezzo y una interpretación demoníaca a las secciones externas del Finale”.
Fuente: Erik Levi, en BBC Music.
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