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Para efectos prácticos, puede decirse que Paul Hindemith basó su carrera musical y su progreso en el recurso de llevarle la contraria a diversos compositores y corrientes musicales importantes. Por principio, Hindemith estuvo en contra del tipo de expresión sonora practicada por Richard Wagner (1813-1883) y Richard Strauss (1864-1949), a quienes consideraba demasiado complacientes con el público. Pero al mismo tiempo, Hindemith rechazaba también las enseñanzas de la escuela dodecafónica de Arnold Schoenberg (1874-1951) y sus alumnos, afirmando que la técnica serial era antinatural y que la música era, por su naturaleza propia, irremediablemente tonal. Sobre estas premisas, Hindemith se dio a la tarea de componer numerosas obras en un estilo directo, austero y de gran economía de medios expresivos, estilo que es conocido como música utilitaria (Gebrauchsmusik en buen alemán). Violinista de café y de bandas de baile, violista en un cuarteto de cuerdas, director de ópera, maestro importante, fundador de festivales musicales, Hindemith fue probablemente el músico alemán más importante de su generación, y hasta la fecha a su música le falta el reconocimiento cabal que probablemente merece.
La activa carrera de Hindemith lo llevó al extranjero en varias ocasiones; de 1935 a 1937 estuvo en Turquía, diseñando un sistema de enseñanza musical en el Conservatorio de Ankara, y entre 1951 y 1958 estuvo asociado a la Universidad de Zürich. Ahora bien, vale decir que no todos los viajes de Hindemith fueron realizados por voluntad propia. En 1934, Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Adolfo Hitler, acusó a Hindemith de ser un “bolchevique cultural” y de ser espiritualmente ajeno a la raza aria. Semejante acusación llevaba implícita, de modo muy real, un peligro de muerte, así que Hindemith decidió irse a los Estados Unidos, donde pasó los años de la guerra y donde adquirió la ciudadanía estadunidense. Fue durante su estancia en los Estados Unidos que Hindemith compuso sus famosas Metamorfosis sinfónicas, construidas sobre materiales originales de su compatriota Carl Maria von Weber (1786-1826). Ciertos estudiosos afirman que es extraño que Hindemith haya elegido la música de Weber para este proyecto, ya que era un compositor al que no admiraba particularmente. Algunas fuentes indican que la idea para esta obra surgió originalmente en 1940 y fue planeada como una partitura de ballet para el coreógrafo Leonid Massine, pero la partitura de las Metamorfosis sinfónicas data de 1943. |
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