Ópera Real Sueca
Grete – Agneta Eichenholz
Fritz – Daniel Johansson
Viejo Graumann – Johan Rydh
Esposa de Graumann – Miriam Treichl
Propietario – Andreas Lundmark
Actor – Jeremy Carpenter
Dr. Vigelius – Lars Arvidson
Mizi – Vivianne Holmberg
Milli – Marie-Louise Granström
Mary – Madeleine Barringer
Conde – Rudolf Ola Eliasson
Caballero – Klas Hedlund
Orquesta y Coro de la Ópera Real Sueca
Música – Franz Schreker
Libreto – Franz Schreker
Concertador – Stefan Blunier
Escena – Christof Loy
Escenografía – Raimund Orfeo Voigt
Vestuario – Barbara Drosihn
Iluminación – Olaf Winter
Acto I
Fritz, un compositor joven y ambicioso, vive en un pequeño pueblo alemán. Él abandona a su verdadero amor, Grete Graumann, quien es de una familia de ingresos bajos, para dedicarse a su música. Fritz se pone en marcha en busca de un sonido que escucha en su interior, que le resulta difícil de escribir en el papel. Sin restricciones y libre, espera encontrar el misterioso sonido que aún lo elude. Como todavía ama a Grete, promete regresar con ella tan pronto como se haya establecido como compositor.
Una vez que se ha ido, los padres de Grete intentan casarla con el propietario de una posada local con la esperanza de saldar las deudas del padre borracho. Grete huye de su hogar de pesadilla y sigue a una anciana al bosque por la noche. La mujer promete su alegría y felicidad con un apuesto joven. Grete espera ver a Fritz una vez más.
Acto II
Han pasado diez años. Engañada por la anciana, que resultó ser una proxeneta, Grete es ahora una codiciada cortesana en un burdel de lujo cerca de Venecia. Ahí los aristócratas la rodean, entre ellos un conde que la quiere para sí.
Grete, quien ya ha estado con cientos de hombres, todavía anhela a Fritz. Ella desafía a sus pretendientes a un concurso, donde el premio es una noche con ella gratis. El que toque su corazón con la pieza de música, historia o canción más imaginativa será el ganador.
En una triste balada, el conde lamenta su insaciable deseo por ella, y un caballero canta una canción sobre la falta de sentido del matrimonio. Pronto, la audiencia dividida exige que Grete declare al caballero como el ganador.
En ese mismo momento, aparece un extraño. Es Fritz, ahora un conocido compositor. Todavía tiene que encontrar el sonido distante que ha estado buscando. Fritz y Grete se reconocen de inmediato y caen en los brazos del otro. Sin embargo, cuando Fritz se da cuenta de que Grete ahora es una prostituta, la deja por segunda vez. El conde reclama su premio y se lleva a la afligida Grete con él.
Acto III
Quince años después, un teatro alemán está escenificando una ópera que Fritz finalmente ha completado. Grete, quien después de un breve período con el conde fue echada a las calles, está de regreso en Alemania, y ahora es una vagabunda. Ella ve el nombre de Fritz en un cartel de la ópera y va a ver la representación. Fuertemente conmovida por la historia, que es básicamente la historia de su propia vida, Grete deja el teatro antes de que termine la función. A medida que el público sale de la ópera, Grete escucha que el estreno es un fracaso y que Fritz está moribundo. El doctor Vigelius, quien estuvo involucrado con la pareja hace años, la reconoce y promete llevarla con Fritz.
La mañana después del estreno fallido, Fritz recibe una visita de su amigo, Rudolf, quien ha venido a animarlo. Él cree que Fritz debería poder reescribir el acto final, completando así su obra maestra. Sin embargo, sintiendo que la muerte está cerca, Fritz sólo quiere ver a la mujer que vislumbró en la audiencia en la presentación la noche anterior, y que abandonó la ópera temprano.
De repente, Fritz vuelve a escuchar el sonido dentro de él que lo había estado eludiendo durante tanto tiempo. El doctor Vigelius le trae a Grete. La pareja promete nunca volver a separarse, pero el viaje de Fritz por la vida ha llegado a su fin. Se da cuenta de que solo podía escuchar el sonido en compañía de Grete y muere en sus brazos.
Fuente: Opera Vision
Comentarios