Royal College of Music
Conde Almaviva Harry Thatcher
Condesa Rosina Almaviva Josephine Goddard
Susanna Julieth Lozano
Fígaro Adam Maxey
Cherubino Lauren Joyanne Morris
Marcellina Katy Thomson
Bartolo Timothy Edlin
Basilio Joel Williams
Don Curzio Samuel Jenkins
Barbarina Poppy Shotts
Antonio Conall O’Neill
Criada 1 Camilla Harris
Criada 2 Jessica Cale
Orquesta y Coro del Royal College of Music
Música Wolfgang Amadeus Mozart
Libreto Lorenzo Da Ponte
Concertador Michael Rosewell
Escena Sir Thomas Allen
Escenografía Lottie Higlett
Iluminación Rory Beaton
La conquista del amor
Sir Thomas Allen, famoso barítono y director de Las bodas de Fígaro, comenta sobre la riqueza de la ópera de Mozart.
En medio de los lujos del Palacio Pavlovsk de Catalina la Grande, un hermoso reloj francés se sienta sobre una repisa de mármol. El dispositivo es obra del inventor Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, y es un testimonio suficiente del valor de un hombre y una vida bien aprovechada. Pero Beaumarchais también fue dramaturgo y el hombre que dio el mundo ni más ni menos que a Fígaro.
Fígaro ilustra brillantemente la profundidad de la vida. A medida que se desarrolla la obra, capa tras capa se elimina para revelar el estado multifacético de una sociedad en desintegración.
Hace casi 250 años, la comedia teatral de Beaumarchais fue inmortalizada en una obra maestra de la creación musical. Las bodas de Fígaro es producto de una colaboración milagrosa entre Wolfgang Amadeus Mozart y Lorenzo Da Ponte, uno de ellos un compositor precoz, el otro un aventurero en la literatura.
La ópera se estrenó en Viena el 1 de mayo de 1786. Imaginemos la atmósfera del teatro ese día: velas y lámparas, un espacio lleno de humo y luego, a través de la bruma, las primeras notas escurridizas de la brillante obertura.
Lo que siguió tanto en la puesta como en la ópera fue una historia para la cual podría haberse inventado la palabra zeitgeist (el espíritu del tiempo). Lorenzo Da Ponte siguió el ejemplo de Beaumarchais y aprovechó el descontento que estaba surgiendo en la sociedad de ese momento, lo que conduciría inexorablemente a la revolución y al caos.
Fígaro señala las desigualdades de esa sociedad de manera que es tan relevante ahora como lo era entonces. Trata los grandes problemas y, al mismo tiempo, nos permite ser testigos de los detalles más finos de las relaciones humanas.
Hay otros detalles, dejados sin escribir y sin decir, que debemos descubrir por nosotros mismos en los espacios en blanco, entre líneas. Están allí, tal como están en todas las obras más grandes … busquen y encontrarán.
Fígaro nos muestra que el amor conquista, aunque con más éxito para unos que para otros.
Regreso regularmente para renovar mi relación con Fígaro, sólo para darme cuenta de que estoy aprendiendo en cada visita la pieza de nuevo.
Fuente: Opera Vision
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