Manuel García fue teórico de canto (Sevilla, 1775-París, 1832), y uno de los principales exponentes de Rossini y Mozart; un cantante apasionado y temperamental en el escenario. Como empresario, fue el primero en llevar la ópera italiana a Nueva York en 1825 y fundó una dinastía de cantantes con sus hijas María Malibrán y Pauline Viardot, y su hijo Manuel, quien fue maestro de intérpretes en París y Londres.
Fue, además, compositor de óperas, más de 40, como El califa de Bagdad, de gran éxito en Italia y Francia; La muerte de Tasso, estrenada en la ópera de París, El poeta calculista, con el polo Yo que soy contrabandista, que le significó un éxito en toda Europa.
En la historia de García hay un capítulo mexicano de 1826 a 1829. Aquí escribió al menos ocho de sus óperas, entre ellas Semiramide y El gitano por amor. Resultó un episodio sin final feliz, pues el compositor llegó precedido de su éxito como empresario en Nueva York, pero se topó con un sentimiento anti-español, en un país recién independizado y con pugnas políticas internas.
Sin embargo, permaneció en México a pesar del decreto que ordenaba la expulsión de los españoles, y al abandonar finalmente la Ciudad de México, en 1829, camino al puerto de Veracruz para embarcarse a Europa, fue asaltado y sus ganancias se esfumaron.
El aclamado tenor Javier Camarena, casi 200 años después, desagravia al artista con el rescate de su obra en un homenaje en el Festival de Salzburgo. Cantará arias de García, acompañado por Les Musiciens du Prince, ensamble fundado por Cecilia Bartoli. Fue la Bartoli quien acercó más a Camarena a la obra de García: desde su época de estudiante, el cantante mexicano conocía a García como teórico de canto y poco más.
Camarena lleva un año enfrascado en el proyecto con la complicidad de Bartoli, que culminará en una nueva grabación que saldrá en junio. En la maleta, a donde quiera que viaja, el tenor lleva consigo una biografía escrita por James Radomski: Manuel García (1775-1832):maestro del bel canto y compositor. Dedica tiempo al estudio del compositor sevillano sin menoscabo de sus compromisos en el escenario, como su debut en puerta como Edgardo en Lucia di Lammermoor, en junio, en Madrid.
“García ha sido un descubrimiento emocionante e interesante. Y realmente me da mucho gusto que esta música vuelva a ver la luz y ser escuchada”, señala Camarena sobre el compositor, a quien considera trascendental para la cultura española.
Fuente: Erika P. Bucio, en Reforma.
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