Nuestros clásicos: Julián Carrillo (1875-1965)

La música mexicana tiene en Julián Carrillo a uno de sus más brillantes y originales exponentes. El trabajo pionero del compositor potosino en distintos sistemas microtonales y en el diseño de instrumentos expresa una gama muy amplia de aplicaciones musicales. El término genérico con el que se identifican sus teorías es el famoso “Sonido 13”, si bien no implica que Carrillo utilizó un único sistema de afinación a lo largo de su trayectoria. Igual de relevante es la exploración de la musicalidad dentro de los entramados microtonales, un legado que queda en nuestra historia para que las nuevas generaciones lo mantengan vivo.        

1. Preludio a Colón

Ensemble neuverBand

Preludio a Colón es la primera obra escrita en el sistema microtonal creado por Julián Carrillo. La obra se estrenó el 15 de febrero de 1925 en México, en el primer concierto que hubo en el mundo con esta nueva música y durante el cual se descubrieron las enormes posibilidades emocionales del arpa en dieciseisavos de tono.

2. Sinfonía no. 3

Orquesta Lamoureux, dirige Louis de Froment

Una sinfonía escrita en un lenguaje técnicamente atonal, que sigue las pautas de la sinfonía clásica llegando a momentos de gran expresividad como demostración del empleo de diferentes tonalidades en el campo de la música.

3. Cuarteto de cuerdas no. 13

Momenta Quartet

Carrillo compuso el último de sus cuartetos, el no. 13, en 1964, apenas un año antes de su fallecimiento. Esta obra forma parte de un ciclo de seis cuartetos en cuartos de tono que el compositor escribió al final de su vida y que representan de alguna manera una síntesis de las búsquedas microtonales, escalísticas, y armónicas que caracterizan su lenguaje composicional maduro.

4. Misa en cuartos de tono para coro masculino a capella

Su última gran creación llegó en 1962, dedicada especialmente al Papa Juan XXIII. Reconocido a lo largo del mundo, Carrillo se dedicó a la difusión de su teoría musical casi siempre con recursos propios, lo que le valió elogios de la comunidad de músicos de Estados Unidos y Europa.

5. Balbuceos para piano metamorfoseado y orquesta

Por encargo de Leopold Stokowsky compone en 1958 “Balbuceos para piano metamorfoseado”, para piano en dieciseisavos de tono y orquesta de cámara tradicional. La obra se estrenó en Houston.