Ailyn Pérez escuchó por primera vez un aria de ópera cuando cursaba el bachillerato y un profesor puso a su alcance una grabación de La traviata, interpretada por la mítica soprano Maria Callas. Fue tal la emoción que la embargó, que ese día decidió que si tenía que dedicarse a la música, que era su sueño, lo haría para cantar ópera, género que nunca se había escuchado en su casa y del que desconocía todo.
Sus padres, migrantes de origen mexicano, ambos de un pequeño pueblo de Jalisco que decidieron buscar mejor fortuna en Estados Unidos, se embarcaron junto con ella en ese sueño, a pesar de que les supuso enormes esfuerzos económicos y emocionales. Hoy día, la voz de Ailyn Pérez sorprende al mundo de la ópera por su textura, por su fuerza interpretativa, por su calidez emocional y por su admirable virtuosismo técnico.
El papel más reciente en la brillante y fulgurante carrera de Ailyn Pérez fue el de Cio-Cio San, protagonista de Madama Butterfly, esa amante despechada que decide suicidarse ante la cruel traición de su esposo y que hizo levantar a todo el público del Teatro Real de Madrid en una ovación rotunda, muy pocas veces escuchada con tanto aplomo y efusividad.
Ailyn Pérez, ya convertida en soprano de prestigio, ha interpretado a Violetta en La traviata, a Mimí en La bohème, el protagónico en Thaïs, de Massenet, y un papel que ha sido fundamental en su carrera, Florencia, de la ópera mexicana Florencia en el Amazonas, del músico Daniel Catán, basada en un libreto de Marcela Fuentes Beráin, que se convirtió en la primera ópera mexicana y cantada en español que se estrenó en el Metropolitan de Nueva York. Además ha cantado en la Deutsche Staatsoper de Berlín, en la Ópera Estatal de Hamburgo, en la Staatsoper de Viena y en la Royal Opera House, entre otras.
Con su personaje de Madama Butterfly, en el Teatro Real de Madrid, recibió una de las ovaciones más emotivas de los años recientes, con todo el público de pie durante más de cinco minutos.
“Es un sueño cantar en Madrid, donde además comparto idioma y parte de mi cultura, aunque también me gustaría algún día poder cantar en México, en el Palacio de Bellas Artes o en Guadalajara, o donde sea, pero en mi país.”
Fuente: Armando G. Tejeda, para La Jornada
Comentarios