Teatro Regio di Parma
En una ciudad estadounidense imaginaria, Dios envía al infierno a sus ciudadanos licenciosos, pero ellos responden truculentamente que ya están allí. Mahagonny, ‘la ciudad de las redes’, es fundada en el desierto por tres criminales que huyen de la policía. Esta ciudad está dedicada a los placeres. El único dios es el dinero. Así que Jimmy Mahoney, el leñador hedonista, es condenado a muerte por no poder pagar la cuenta del whisky que ha consumido.
Un testimonio de la fértil pero tensa colaboración entre el compositor Kurt Weill y el gran Bertolt Brecht, esta es una de las grandes óperas del siglo XX. Puede que a Brecht le molestara el dominio de la música sobre las palabras, pero juntos crearon una obra con una melodía rica y un impulso dramático imparable. La escena del grotesco juicio conduce inexorablemente al exitoso final donde los ciudadanos de Mahagonny organizan manifestaciones masivas. El director Henning Brockhaus se inspira en la pintura de la América mítica del artista Edward Hopper. Para él, los ciudadanos de Mahagonny son una presencia amenazante, como las sombras inquietas de un cuadro de Hopper que evoca la distopía del capitalismo rampante.
Fuente: Opera Vision
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