El “asunto Ravel” que estalló en Francia en 2016 no ha sido resuelto y cada vez se complica más: según la ley, los derechos a la famosa pieza de Maurice Ravel, Bolero, pasaron al dominio público, setenta años después de la muerte del compositor, más 8 años y ciento veinte días que cubren los años de guerra.
Pero varios días antes de esa fecha de vencimiento de los derechos, los herederos Benois (descendientes del diseñador de la primera puesta en escena del Bolero, hace 85 años) así como los herederos de Ravel, exigen a la sociedad de autores y compositores que reconozcan al abuelo Benois como heredero “co-autor” del Bolero; Benois murió en 1960, veintitrés años después de Ravel y, si la sociedad reconoce la solicitud de los herederos, los derechos se extenderían por 23 años más.
La sociedad (SACEM) ha rechazado esta petición desde 2016 y ha reiterado su decisión en 2017 después de examinar nuevas pruebas, por lo que el “asunto Ravel” podría llegar al tribunal de máxima instancia en 2019 pues, según el diario Le Figaro, estarían en juego unas regalías adicionales de 20 millones de euros (460 millones de pesos) que se repartirían los “herederos”.
Pero “l’affaire Ravel” no se detiene ahí: desde la muerte del hermano de Ravel en 1960, la principal beneficiaria de las regalías Ravel es una residente en Suiza, hija de la segunda esposa del marido de la masajista de…, la cual encabeza distintas sociedades en Amsterdam y Malta para recibir los derechos; por otro lado, el antiguo director jurídico nada menos que de la SACEM francesa, quien falleció casi centenario en 2009, había creado una sociedad en Mónaco a la cual desviaba el 10% de los derechos ingresados por el Bolero para evadir impuestos. Nadie sabe cómo terminará esta rocambolesca danza de los millones.
Fuente: Diapason, No. 675, janvier 2019.
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