A fin de ayudar a los músicos que atraviesan por una situación difícil debido a la pandemia del Covid-19, está en marcha la campaña “Juntos por la Música”.
Está promovida por la asociación civil MAS+, Multidisciplina, Arte y Sociedad, constituida por la compositora Gabriela Ortiz y el flautista Alejandro Escuer, junto al sello Urtext Digital Classics, con apoyo del Fondo para Organizaciones No Gubernamentales de Google.
La campaña invita a empresarios, melómanos y público a donar, deducible de impuestos, solidariamente. Permanece activa del 1 al 31 de mayo.
“Ha sido inenarrablemente duro (para los músicos) esta pandemia. Han tenido que acudir a otro tipo de actividades, a ponerse en riesgo; salir de casa para mantenerse. Muchos colegas, de gran trayectoria, no tienen ninguna perspectiva de cuándo ni cómo vamos a regresar a una normalidad”, expone la flautista Marisa Canales, directora de Urtext.
El sustento vital de numerosos músicos en todo el mundo está amenazado por las cancelaciones de cientos de conciertos y recitales, festivales, ópera, ballet, danza, espectáculos. En México, agrupaciones independientes como el Cuarteto Latinoamericano, el Cuarteto de Percusiones Tambuco y Ónix Ensamble, han compartido su testimonio de cancelaciones de conciertos hasta finales de año.
La compositora Gabriela Ortiz señala: “Estamos pensando en los músicos que lo necesiten, en aquellos que no tienen un sueldo base y viven de los conciertos y por ello no tienen ingresos”.
La meta inicial de la campaña es recaudar 200 mil pesos para beneficiar a 20 músicos. Si se cumple la meta, se abrirá una segunda fase para beneficiar a más.
Podrán acceder a un apoyo de 10 mil pesos, por única vez, intérpretes y/o compositores de música de concierto y contemporánea que comprueben no recibir sueldo fijo de ninguna institución y demuestren conciertos cancelados entre marzo y agosto de 2020.
Para hacer un donativo, consultar la convocatoria, en las páginas:
www.masmexico.org y www.urtextonline.com
Fuentes: Erika P. Bucio, en Reforma; Ricardo Quiroga, en El Economista
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