Hace 150 años, el 1º de julio de 1866, “se abrieron las puertas de una instancia académica pública y gratuita que a su vez fuera responsable de equiparar a los mexicanos con una formación musical internacional”, escribe el musicólogo Armando Gómez Rivas. “El Conservatorio Nacional de Música, de la Sociedad Filarmónica Mexicana, se inició con una estructura curricular similar a la de cualquier institución musical europea. En lo sucesivo, la historia del Conservatorio Nacional de Música condicionaría el pensamiento musical de México y, aunque es posible establecer un proceso de adaptación según los tiempos políticos y sociales del siglo XX, su misión – al igual que algunos de sus programas, métodos y docentes – parecería inmutable. Destaca el hecho de que los compositores e intérpretes mexicanos más representativos de la primera mitad del siglo XX estuvieron relacionados con esta institución, ya sea como alumnos, docentes o directivos.
Señala Gómez Rivas que “el nacimiento de la primera institución musical nacional del siglo XX se desprende de la defensa de lo mexicano y de la intención de reflejar ideales extranjeros de formación. La captación de alumnos, la aceptación social y la proyección profesional e institucional que ha logrado a lo largo de su historia, no podrán quedar en entredicho; por el contrario, el Conservatorio Nacional de Música fue por mucho tiempo el modelo de referencia para la educación musical en México”.
En la década de los veinte surgió otra institución – la Escuela (hoy Facultad) Nacional de Música de la UNAM que, según se advierta como una derivación o desviación del Conservatorio, es claro que hoy se ha convertido en un referente de la educación musical en México.
Por otro lado, la Escuela Superior de Música se fundó en 1936. Su origen está asociado a la visión del Departamento de Bellas Artes de la SEP que pretendía ampliar la posibilidad de ingreso a jóvenes mayores de 15 años y adultos para realizar estudios musicales. Los interesados con estas características no tenían ninguna posibilidad de ingresar a instituciones de raigambre como el Conservatorio Nacional. En un principio, la nueva escuela de música estuvo dirigida exclusivamente a trabajadores y empleados, así como a músicos prácticos que tocaban en bandas y orquestas de salón. El nombre original de esta institución fue Escuela Nocturna de Música; buena parte de su profesorado provenía de recién egresados del Conservatorio. Hoy, la Escuela Superior de Música forma parte del INBA y sus instalaciones están en el Centro Nacional para las Artes.
Lo que está claro es que el Conservatorio Nacional de Música ha sido el referente principal para la educación musical no solo en la Ciudad de México sino en todo el país. Es justo festejarlo en sus 150 años de actividad.
Fuente: Armando Gómez Rivas, Instituciones musicales. La conformación de una cultura musical en el México del siglo XX, en La música en los siglos XIX y XX, Ricardo Miranda y Aurelio Tello (coordinadores), tomo IV, El Patrimonio Histórico y Cultural de México (1810-2010), colección coordinada por Enrique Florescano, Conaculta, México, 2013.
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