EQV: Colby Smith, Sam Faustine, Nica Dennis, Tim Silva, Yuhi Aizawa Combatti
El principal rasgo estilístico del madrigal barroco es su uso de la ilustración musical o representación del texto. La idea de la llamada “pintura de palabras” se derivó quizás de los escritos de Pietro Bembo, un influyente teórico literario italiano. La teoría de Bembo postulaba que ciertas palabras podían transmitir sentimientos de dignidad o dulzura dependiendo de sus vocales, consonantes, ritmo, rima y contexto. En esencia, las propias palabras tenían un efecto visceral en el oyente. Con el tiempo, la pintura de palabras comenzaría a llevarse al extremo y se comenzaría a desarrollar un catálogo de significantes.
Claudio Monteverdi eventualmente compondría nueve libros de madrigales, cada uno de los cuales amplió aún más los límites de la música y el género. Cruda Amarilli, el primero del Libro Quinto de Madrigales de 1605, fue la obra que inquietó particularmente al polemista Artusi, crítico de las técnicas del nuevo estilo.
El texto de Cruda Amarilli proviene de uno de los poemas favoritos de los madrigalistas: Il Pastor fido (“El pastor fiel”, 1589) de Giambattista Guarini, un drama pastoril tragicómico sumamente complicado. Más de cien compositores ambientaron sus versos en más de quinientos madrigales. El escenario es la Arcadia en la antigua Grecia y sus personajes principales son Amarilli (una doncella encantadora) y Silvio, ambos descendientes de dioses; y Mirtillo. Un oráculo ha prometido que un flagelo ancestral puede ser absuelto mediante el matrimonio de dos descendientes de dioses y la intervención de un pastor. En consecuencia, Amarilli está comprometida con Silvio. Problemáticamente, Silvio, piensa sólo en la caza y su perro, con exclusión del sexo; y Amarilli ama mucho a Mirtillo. Mirtillo la ama a cambio, pero por decoro Amarilli no protesta por su compromiso. En la primera entrada de Mirtillo entona el poema “Cruda Amarilli” expresando su amor desesperado por Amarilli. Es interesante notar que el nombre Amarilli deriva de “Amar” que significa “amargo” y está relacionado con “amor” que significa “amor”.
Se asignan varios motivos musicales a varias partes del texto para representar palpablemente la angustia de Mirtillo. Esto es particularmente evidente en la frase “Ahí, lazo” (el pasaje que particularmente ofendió a Artusi) en la que el deseo sensual y la emoción extrema de Mirtillo se hacen musicalmente audibles en vuelos de disonancia.
Fuente: todtarantino.com
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