A pesar de su corta carrera, el pianista ruso de 25 años Daniil Trifinov está siendo comparado con los grandes pianistas de la historia por los críticos y público más exigentes. Se le compara con pianistas legendarios como Liszt, Rachmaninov y hasta Busoni. Las llamadas “épocas de oro” frecuentemente se ven a través de lentes color de rosa pero la mitad del siglo veinte fue sin duda un período de grandes pianistas. Es una época que intriga a Trifonov:
“Cuando estudié en Moscú escuchamos muchas grabaciones históricas, de hecho había un curso en el Instituto Gnessin en el que escuchábamos la misma pieza musical interpretada por, digamos, diez grandes pianistas del siglo veinte. Teníamos que analizar cada versión y eventualmente adivinar a ciegas quién tocaba cada grabación. Fue muy, muy interesante”.
Las últimas décadas han vivido un cambio en el estilo pianístico, que se ha ido desplazando del lirismo hacia la velocidad y brillantez técnica. También han habido cambios en la programación: existe la tendencia hacia la inmersión total y la cobertura amplia – el maratón musical. En 2015, Trifonov participó en un ciclo de los cinco conciertos para piano de Prokofiev en Londres, tocando los Conciertos no.1 y no.3, mientras que su maestro Sergei Babayan tocó el Concierto no.2 y no.5 y Alexei Volodin el no. 4; Trifonov considera que la intensidad de este tipo de experiencias puede ser útil para el público y para los artistas.
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Trifonov empezó a tocar el piano a los cinco años habiendo mostrado ya aptitudes para la composición. Hijo único de músicos –madre, profesora de música; padre, compositor – lo inscribieron en Gnessin a la edad de nueve años. A los dieciséis años empezó a participar en concursos. Y no en cualquier competencia: en 2011 participó en el certamen Rubinstein y Tchaikovsky, dos de los concursos más prestigiosos del mundo, en Tel Aviv y Moscú, respectivamente. Ganó el primer premio del Rubinstein y la medalla de oro del Tchaikovsky. Recibió elogios de Martha Argerich y su estilo de vida empezó a cambiar radicalmente conforme aumentaron las giras de conciertos. “Actualmente trato de no pasar de 100 conciertos al año”, asegura.
“Tengo dos hogares: uno en Moscú, con un Steinway, y otro en Nueva York, con un Fazioli. Disfruto tocando en ambos”.
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Lo que llama la atención es el sentido de exploración musical de Trifonov. Su técnica es irreprochable pero su sonido es lo que lo distingue. Es maravillosamente variado, cada frase está considerada, y hay detalle en cada nota. Se siente una profunda preparación detrás de la música. Trifonov no deja nada al azar en su búsqueda creativa:
“Me interesa la construcción de la pieza, la armonía, los detalles más pequeños y cómo funciona todo. A través de este proceso, evoluciona la interpretación. Es un poco como un surfista – hay una cierta ola que lo lleva a uno”.
Un nuevo CD : Trascendental. Trifonov plays Liszt. Otras grabaciones: * Rachmaninov: Variaciones sobre un tema de Chopin; Variaciones sobre un tema de Corelli, etc.* Trifonov Live, including the Carnegie Hall Recital. Liszt, Chopin, Scriabin et.al. *Tchaikovsky, Piano Concerto No.1, plus works by Chopin and Liszt.
Fuente: Claire Jackson, en BBC Music Magazine
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