Ópera de Lille
La más brillante de las operetas austriacas nos lleva a las afueras de la romántica Viena antigua. Es Nochevieja y estamos en compañía de Caroline, que está decidida a darle una lección a su mujeriego marido Gaillardin, mientras su antiguo pretendiente, el tenor operístico Alfred, la persigue. En el centro de la acción está el extremadamente rico y eternamente aburrido príncipe Orlofsky, cuyo lujoso baile de máscaras hace que todo hierva de la forma más deliciosa. Pero ¿y si toda la trama ha sido un astuto plan ideado por alguien con el único fin de vengarse de Gaillardin?
Die Fledermaus, la opereta cómica de Johann Strauss II en tres actos que se estrenó en 1874, se ha convertido en un sinónimo del género de la opereta. En sólo seis años, la opereta se representó en más de 170 teatros de las regiones de habla alemana y, en la década de 1890, se representaba en todo el mundo. El libreto es obra de Richard Genée y Karl Haffner, inspirado en la burlesca La prisión de Julius Roderich Benedix y en el vodevil Le Révellion de Henri Meilhac y Ludovic Halévy. Emblema del refinamiento vienés, la nueva producción de la Ópera de Lille devuelve a Die Fledermaus a sus orígenes con canciones y diálogos en francés. La puesta en escena está a cargo de la imaginación colorista de Laurent Pelly. Maestro de la comedia –como se vio en su reciente Los maestros cantores de Madrid– Pelly sabe satisfacer su gusto por las situaciones disparatadas con precisión, elegancia y encanto. Es un Chauve-Souris brillante puesto al revés… que, por así decirlo, es la posición más natural del Murciélago.
Fuente: OperaVision
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