Teatro Nacional de Mannheim
Ulises
Penélope
Telemaco
Melanto
Eumete
Iro
Pisandro
Anfinomo
Antinoo
Minerva
Eurimaco
Nettuno
Giove
Nikola Diskić
Marie-Belle Sandis
David Lee
Eunju Kwon
Christopher Diffey
Uwe Eikötter
Pascal Herington
Ilya Lapich
Valentin Anikin
Ludovica Bello
Raphael Wittmer
Bartosz Urbanowicz
Christoph Wittmann
Orquesta il Gusto Barocco
Música
Libreto
Concertador
Escena
Escenografía
Vestuario
Iluminación
Dramaturgia
Dir. de video
Claudio Monteverdi
Giacomo Badoaro
Jörg Halubek
Markus Bothe
Robert Schweer
Justina Klimczyk
Damian Chmielarz
Cordula Demattio
Thilo David Heins, Philippe Ohl
Argumento
La acción se sitúa, en su mayor parte, en Ítaca, en el palacio de Ulises. Las diferentes escenas (versión en tres actos) se encadenan así:
Acto 1
Lamentaciones de Penélope, que espera el retorno de Ulises. Corta escena entre Júpiter y Neptuno. Quejas de Ulises, abandonado en una ribera desconocida. Aparición de Minerva disfrazada de pastor: anima a Ulises a volver a Itaca a ahuyentar a los pretendientes de Penélope.
Acto 2
Lamentaciones del viejo Eumeto, que deplora la prolongada ausencia de Ulises. Ulises, con los harapos de un mendigo, se deja guiar por Eumeto hacia el palacio real. Corta escena entre Minerva y Telémaco: éste reencuentra a Eumeto. Ulises revela su identidad a su hijo: le ordena que advierta a Penélope de su cercano retorno. En el palacio, Penélope y los pretendientes: Eumeto deja entender que Ulises no había de tardar.
Acto 3
En el palacio, los pretendientes se mofan del mendigo que se halla entre ellos. Penélope propone una prueba a los pretendientes: éstos fracasan, el mendigo triunfa; atraviesa con sus flechas a los pretendientes. Lamentaciones (al estilo cómico) de Iro, abandonado por sus amos… Penélope reconoce a Ulises: la obra se acaba con un dúo que celebra la reunión de los esposos.
La obra
La penúltima ópera de Monteverdi es, sin duda, su obra más extraña: gran espectáculo mitológico, en el que el compositor maneja el anacronismo con humor, constituye el primer ejemplo de una obra lírica que toma a chacota el propio género; asi, M. Roche ha hablado de un «delirio caricaturesco de la ópera».
Cita, a este respecto, el monólogo de Iro, personaje tratado en tono de realismo cómico (el aria viene indicada como “parte ridicola”), del que dice que es “una reducción… en cierta medida de la obra” que contiene “la mayoría de los modos de canto que más adelanta se hallarán en todas las óperas.”
Roche concluye afirmando que “la ópera finalmente haya su verdadera naturaleza: nos las habemos como un arte musical realista.”
A este efecto, Monteverdi opone hábilmente los caracteres y las situaciones: así la pareja frívola de Melanto y Eurímaco, a la pareja tierna y emocionada de Penélope y Ulises. Arte de contrastes: “… Alternancias de valores muy largas y muy breves, rítmica muy flexible o estricta métrica; variaciones de tempo, renovación de los modos de canto según las situaciones, según los personajes; imitaciones para el dúo Melanto-Eurímaco del primer acto, variación casi infinita para el Penélope-Ulises” (M. Roche). El retorno de Ulises se caracteriza consiguientemente por su extrema diversidad expresiva; mencionemos aún, al azar: los lamentos de Penélope, en el primer acto, la mediación de Eumeo, que abre el segundo acto, después el encuentro de Ulises con su hijo Telémaco, la escena bufa del tragón Iro, finalmente el dúo apasionado de Penélope y Ulises con el que termina la ópera.
Por su lograda mezcla del estilo lírico y el estilo bufo, esta tragicomedia prefigura, mejor que ninguna otra obra, la futura ópera napolitana.
Fuente:
- OperaVision
- Tranchefort, Francois-René. La Ópera, Madrid, Taurus Ediciones, 1985, pp 40-42.
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