Nacido en Italia, el distinguido pianista Ciccolini debe su reputación a Francia. Un premio compartido en el concurso Marguerite Long-Jacques Thibaud en 1949 lo puso en el mapa y las numerosas grabaciones de música francesa (inolvidables sus grabaciones de Satie, por ejemplo) demuestran un gusto y especial sensibilidad por el repertorio francés. Adoptó la ciudadanía francesa ese mismo año y de 1970-89 fue profesor en el Conservatorio de París. Sus alumnos incluyen a Jean-Yves Thibaudet, Artur Pizarro, Nicholas Angelich y Mark Bebbington quien lo recuerda por sus elevados estándares, comprensión brillante del color y la dinámica, y pasión por la literatura.
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