El creador, investigador y pedagogo Julio Estrada recibió ayer de manos del subdirector general del INBA, Sergio Ramírez Cárdenas, la Medalla Bellas Artes en reconocimiento a sus polifacéticas aportaciones a la música mexicana.
La velada consistió de una conversación entre el laureado, su hijo, el biólogo Amadeo Estrada, y el escritor Frederic Ives Jeannet, para dar paso a la interpretación del guitarrista Gonzalo Salazar de Caja con trenzas, fragmento de la ópera Los Murmullos del Páramo.
Finalmente, el discurso de aceptación de Estrada, lleno de inteligencia y sensibilidad, ofreció un panorama de su recorrido musical, en donde refrendó sus posturas estéticas, su papel como investigador y docente. Instó a las autoridades a renovar por completo los programas de educación artística de los mexicanos “desde primaria hasta preparatoria”, así como a generar una figura híbrida entre los sistemas nacionales de investigadores y creadores: “El arte requiere, tanto como la ciencia, de nueva teoría para sustentar la nueva práctica, por eso propongo la figura del creador-investigador”.
Estrada concluyó la sesión con una actividad característica de su trabajo reciente, la conducción solo con palabras de una audición introspectiva dirigida a los presentes, cuyo objetivo era sensibilizar su escucha interna. El “completo silencio” que prevalecía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se rompió cuando amigos, colegas y alumnos le propinaron un afectuoso aplauso al polémico artista.
Mauricio García de la Torre para Música en México
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