por Ricardo Rondón
Después de muchos años en cartelera y un reposo bien merecido, 2014 marcó un importante aniversario en la vida de esta obra musical, sin duda, una de las más importante de nuestra vida teatral. . La épica historia de Víctor Hugo ya había sido llevada varias veces al cine, la televisión y el teatro pero los responsables de Les Miserables lograron el éxito más grande imaginable con una partitura bellísima y emotiva de Claude-Michel Schoenberg y Alain Boublil. Su creación original se estrenó en París en 1980, antes de transferirse a Londres en 1985 y a Broadway el 12 de marzo de 1987. Tuvimos el honor de asistir a una de las primeras funciones y nos dejó maravillados. El conocido argumento gira alrededor de las tribulaciones de Jean Valjean, un ex convicto, que se redime y convierte en un ciudadano ejemplar, siempre perseguido por el implacable oficial de policía, el Inspector Javert, que quiere arrestarlo a toda costa. La obra redefinió el criterio de las comedias-dramas musicales. En todos sentidos es espectacular, con personajes pintados con maestría y un alarde de creatividad musical que envuelve la acción y nos deja atónitos de admiración. Le dio una nueva seriedad al medio logrando un justo balance entre los musicales del pasado y las óperas anticuadas que siempre buscan un nuevo auditorio. La obra obtuvo todos los premios Tony de importancia y merecidamente. Recomendamos enfáticamente evitar la reciente filmación que carece totalmente de valor: está pésimamente cantada y sobreproducida, a pesar de los premios a Anne Hathaway, que tiene talento pero que no hizo nada especial aquí. El peor intérprete (¿?) es Russell Crowe como Javert.
La nueva producción en Broadway que dirigen Laurence Conner y James Powell es magnífica utilizando ahora proyecciones atinadas y logrando ampliar el escenario a base de puros efectos. La iluminación es excelente y la obra se mueve con un ritmo escénico brillante, haciendo vibrar al auditorio y recreando el mundo de Victor Hugo. Ramin Karimloo que escuchamos en la gala de aniversario de Londres como Enjolras es ahora Jean Valjean y domina totalmente la parte. Canta muy bien y su expresividad está libre de artificios. Es un triunfo que el público apreció con una fuerte ovación. El Javert de Will Swensen es implacable, serio y digno de la parte. Es un ser humano que sufre, castiga y es castigado por su conciencia. El matrimonio Thernardier está integrado por Cliff Saunders, simpático, ágil, buen bailarín y cantante y con un toque malévolo ideal. Su gorda esposa es deliciosa. Keala Settle entiende a fondo su personaje y es mala hasta el tuétano pero verdaderamente chistosa. La producción nueva le permite unas escenas de seducción que la dan un mal nombre a la lujuria. También es una excelente cantante. Gavroche es brillantemente interpretado por Joshua Colley. Nikki M. James transmite el doloroso romance de Eponine con vibrante sonido y Cosette es la dulce y fina Samantha Hill. El papel crucial de Fantine, aunque corto, es decisivo en la acción y Cassie Levy le imprime fuerza dramática y expresiva vocalización. Los coros son excelentes y entusiastas y muchos de los integrantes doblan en roles menores. La dirección musical de James Lowe es ligeramente más rápida que el original pero toma el pulso de la obra y no lo suelta jamás. Andy Mientus proyecta el corazón del fino personaje de Marius.
Esta reposición es una celebración que merece nuestra más calurosa recomendación. Para los viajeros a Nueva York, nada mejor que ingresar al mundo de Victor Hugo especialmente en tan buena compañía. ¡Bravo!
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