La llegada de Iván López Reynoso como director asociado de la Orquesta Filarmónica de la UNAM entraña la promesa de refrescar el repertorio de una orquesta que cada temporada, desde 2012, lo ha invitado al podio.
Se trata de una “coalición” con el director artístico Massimo Quarta, quien permanecerá en el cargo hasta diciembre 2020. “El reto es lograr el balance entre tradición y vanguardia”, dice López Reynoso, de 29 años.
Su mano se verá desde la primera temporada 2020, cuando están programadas obras poco tocadas como el Concierto para piano de Jolivet o el Poema del Éxtasis, de Scriabin. También se anticipan estrenos mundiales de compositores mexicanos en ocasión del Año Beethoven.
Para celebrar los 250 años del nacimiento del genio de Bonn, se comisionó obra a nueve compositores mexicanos, una por cada sinfonía, un tipo de diálogo que entusiasma al director guanajuatense.
“Tendremos este diálogo, una manera de reinterpretar el mensaje que Beethoven dejó a la humanidad por los compositores mexicanos, desde los muy jóvenes hasta los consagrados”
explica López Reynoso.
Para la primera temporada fueron comisionados Cristina García Islas, Hilda Paredes, Francisco Cortés Albor y Rodrigo Valdés Hermoso.
La invitación para ser el director asociado llegó cuando terminó su contrato en Alemania con el Teatro Estatal de Braunschweig, donde dirigió 60 funciones, incluidos 15 títulos de ópera.
Continuará sus compromisos como director principal huésped de la Oviedo Filarmonía y tiene invitaciones para dirigir la Sinfónica de Navarra, la Sinfónica Nacional. La Sinfónica del Estado de México, la Sinfónica de Xalapa y la de Aguascalientes.
Fuente: Erika P. Bucio, en Reforma
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