El pasado 24 de agosto murió Charlie Watts (1941-2021), baterista de la legendaria banda británica de rock The Rolling Stones. Imposible no haber escuchado alguno de los muchos éxitos de esta agrupación —que ha sido pieza fundamental de la historia del rock en los últimos 60 años— y saber que sus dos figuras emblemáticas son el carismático vocalista Mick Jagger y el excelente guitarrista Keith Richards. Sin embargo, para una minoría de admiradores y una sorprendente mayoría de músicos de los más diversos ámbitos, el verdadero generador de la fuerza dinámica de The Rolling Stones era Charlie Watts, con su inconfundible manera de tocar la batería que lo llevó a ser considerado uno de los más grandes bateristas de todos los tiempos.
Mick Jagger y Keith Richards: Paint It Black / The Rolling Stones
Tal vez una de las más importantes razones de que Charlie Watts fuera una figura sin par en el mundo de los bateristas de rock sea que su percepción musical en realidad no era la de un rockero como tal, sino la de un músico de jazz. Y es que, desde su infancia, Watts estuvo inmerso en la música de figuras como Duke Ellington, Charles Mingus y —sobre todo— Charlie Parker, de quien se declaró ferviente admirador. Cuando niño, Charlie Watts se hizo amigo de su vecino, Dave Green (1942), futuro contrabajista y fiel compañero de su aventura jazzística a lo largo de los años. Juntos, Watts y Green pasaban tardes enteras escuchando discos de, por ejemplo, Jelly Roll Morton, Thelonius Monk y Dizzy Gillespie. Pero Charlie decidió que no quería limitarse a escuchar música, sino interpretarla, y para ello se compró un bajo. Sin embargo, pronto descubrió que no le gustaba practicar los ejercicios de digitación requeridos, así que —gracias también a un disco del saxofonista Gerry Mulligan (1927-1996) donde escuchó al baterista Chico Hamilton (1921-2013) tocar con escobillas y no con baquetas— decidió cambiar el banjo por la batería. Afortunadamente, los padres del joven diletante lo apoyaron y le compraron una batería que, si bien distaba de ser buena, sirvió para motivarlo a seguir practicando.
Gerry Mulligan, Chet Baker, Chico Hamilton, Buddy Collette y Gerald Wiggins: Knights Of The Square Table
En realidad, Charlie Watts no tenía la intención de convertirse en músico profesional. Lo que quería era ser diseñador gráfico, así que se matriculó en la Harrow School of Art (actualmente el campus Harrow de la Universidad de Westminster), donde estudió hasta 1960. A la par, siguió tocando la batería ocasionalmente en bodas y con grupos locales en pequeños cafés y clubs de jazz. Por esas fechas, Dave Green le propuso unirse a The Jo Jones All Stars, grupo en el que Charlie Watts empezó a familiarizarse con la muy particular dinámica rítmica del rhythm and blues. En 1961, el destacado cantante y guitarrista de origen francés Alexis Korner (1928-1984) lo invitó a formar parte de Blues Incorporated, banda pionera del rhythm & blues británico, que se presentaba regularmente en el Ealing Jazz Club y con la que el multiinstrumentista Brian Jones (1942-196) —quien también había entrado al mundo de la música a través del jazz pero se había decantado por el blues— tocaba ocasionalmente. Watts estaba a punto de viajar a Dinamarca para trabajar en un proyecto de diseño, pero cuando regresó a Londres, en febrero de 1962, aceptó la invitación de Korner y se convirtió en baterista de Blues Incorporated, no sin antes asegurarse un puesto como diseñador gráfico en la empresa de publicidad Charles, Hobson and Gray. En abril de ese año, Keith Richards (1943) y Mick Jagger (1943) —quienes tenían un grupo llamado The Blues Boys, del que también formaba parte el bajista Dick Taylor (1943)— visitaron el Ealing Jazz Club, donde conocieron a Brian Jones, al tecladista Ian Stewart (1938-1985) y a Charlie Watts. Casi inmediatamente, Richards, Jagger y Taylor empezaron a colaborar con Blues Incorporated, pero cuando Jones y Stewart abandonaron la agrupación para formar su propia banda, decidieron irse con ellos. En junio de ese año se les unió el baterista Tony Chapman, y un mes después, el 12 de julio de 1962, el grupo oficialmente llamado The Rolling Stones ofrecía en el Marquee Club de Londres su primer concierto. Tras una serie de cambios en la alineación de la banda, que incluyeron la salida de Dick Taylor y de Tony Chapman, la llegada del bajista Bill Wyman (1936) y el breve paso de Carlo Little (1938-2005) en la batería, Charlie Watts se unió a The Rolling Stones en enero de 1963. “The Wembley Whammer” —como Mick Jagger acostumbraba presentar al baterista— hizo su primera aparición pública como miembro del grupo el 2 de febrero de 1963, y lo que siguió fue uno de los capítulos más afortunados en la historia del rock.
Blues Incorporated: Sesión del BBC Jazz Club, 12 de julio de 1962
Pero aparte de su celebrado papel como baterista de Sus satánicas majestades, Charlie Watts continuó cambiando de vez en cuando las baquetas por las escobillas para desarrollar una discreta pero significativa carrera como intérprete de jazz, en la que dio su primer gran paso con la publicación, en diciembre de 1964 —y mientras It’s All Over Now y Little Red Rooster de The Rolling Stones alcanzaban los primeros puestos en las listas de éxitos del rock—, de Ode to a High Flying Bird, un modesto libro para niños (con ilustraciones hechas por él mismo) que es también un homenaje personal al gran Charlie Parker. Durante los siguientes 15 años, el vertiginoso ascenso de The Rollling Stones al pináculo de la fama mantuvo a Charlie Watts ocupado con giras, conciertos y grabaciones que le dejaron poco tiempo para el jazz, pero en 1979 se dio tiempo para formar, junto con el saxofonista Dick Morrissey (1940-2000) y los ya mencionados Alexis Korner, Ian Stewart y Bill Wyman, una banda de boogie-woogie llamada Rocket 88 (no confundir con la banda estadounidense Rocket 88s, liderada por el pianista Mitch Woods), que en sus presentaciones y giras contó con la participación de artistas como el pianista Bob Hall (1942), el trompetista Colin Smith (1934-2004), el trombonista John Picard (1934), el saxofonista Don Weller (1940-2020), el bajista Colin Hodgkinson (1945) y el vocalista George Bruno Zoot Money (1942). Rocket 88, el único álbum de esta banda, fue grabado en vivo en noviembre de 1979, en Hannover, Alemania, y editado en 1981 por Atlantic Records.
Pete Johnson: Roadhouse Boogie / Rocket 88
A mediados de la década de 1980, el baterista formó y dirigió su propia big band, The Charlie Watts Orchestra, con la que ofreció numerosos conciertos y de la que formaron parte músicos como los saxofonistas Evan Parker (1944) y Courntey Pine (1964), el contrabajista Jack Bruce (1943-2014) y el trombonista John Picard (1934). En 1986, The Charlie Watts Orchestra grabó el espléndido album Live at Fulham Town Hall, que incluye temas clásicos como Stompin’ at the Savoy de Edgar Sampson, Moonglow de Will Hudson e Irving Mills, Scrapple from the Apple de Charlie Parker y Flying Home de Benny Goodman y Lionel Hampton.
Will Hudson e Irving Mills: Moonglow / The Charlie Watts Orchestra
En 1991 vio la luz The Charlie Watts Quintet, sólido grupo integrado por el saxofonista Peter King (1940-2020), el trompetista Gerard Presencer (1972), el pianista Brian Lemon (1937-2014), el ya mencionado contrabajista David Green y el propio Watts en la batería. En ese mismo año se lanzó al mercado una reedición del librito infantil Ode to a High Flying Bird, acompañado ahora con From One Charlie, un disco del más sutil y fresco bebop en el mejor estilo de Charlie Parker interpretado por este nuevo quinteto. A esta alineación se unieron un sexteto de cuerdas, un arpa, un oboe y la cálida voz del cantante Bernard Fowler (1960) —corista de The Rolling Stones desde 1988— para grabar A Tribute to Charlie Parker with Strings (1992), que incluye excelentes interpretaciones de temas clásicos del gran Bird, como Bluebird, Relaxin’ at Camarillo y Cool Blues. En 1993 The Charlie Watts Quintet colaboró nuevamente con Fowler en Warm & Tender, memorable álbum donde —acompañado por la London Metropolitan Orchestra— dan cuenta de estándares del jazz como My Ship de Kurt Weill e Ira Gershwin, Bewitched, Bothered and Bewildered de Richard Rodgers y Lorenz Hart, My Foolish Heart de Victor Young y Ned Washington, My One and Only Love de Guy Wood y Robert Mellin y Time after Time de Sammy Cahn y Jule Styne, entre otros. Tres años después, The Charlie Watts Quintet, Bernard Fowler y la London Metropolitan Orchestra se reunieron nuevamente para grabar Long Ago & Far Away, elegante y evocativo álbum en el que interpretan 14 piezas clásicas de autores como George e Ira Gershwin, Jerome Kern, Louis Armstrong, Cole Porter y Duke Ellington, por ejemplo I’ve Got A Crush On You, Good Morning Heartache, Someday (You’ll Be Sorry), In a Sentimental Mood y Never Let Me Go.
Jerome Kern e Ira Gershwin: Long Ago (and Far Away) / The Charlie Watts Quintet con Bernard Fowler (voz) y The London Metropolitan Orchestra
The Rolling Stones siguió grabando álbumes y realizando intensas giras alrededor del mundo, pero Charlie Watts siempre aprovechó los momentos de inactividad del grupo para volver a los clubes de jazz y para seguir explorando nuevas maneras de abordar este género musical. Así, en el 2000 colaboró con el también baterista Jim Keltner (1942) en The Charlie Watts/Jim Keltner Project, un curioso disco de corte electrónico formado por “retratos” musicales de algunos grandes bateristas de la historia del jazz, por lo que los nueve temas de este álbum tienen títulos como Art Blakey, Kenny Clarke, Roy Haynes, Max Roach, Billy Higgins y Airto, y en cada uno de ellos el objetivo de Watts, Keltner y sus músicos invitados — Keith Richards en la guitarra, Mick Jagger en los teclados, el percusionista Philippe Chauveau, el baterista Kenny Aronoff (1953) y el guitarrista Blondie Chaplin (1951), entre otros— es no copiar el estilo de cada baterista, sino capturar su esencia interpretativa. Así, por ejemplo, en Art Blakey el vigoroso hard bop de Art Blakey (1919-1990) es enfatizado con complejos ritmos tribales y abundante uso del tom-tom, en Airto encontramos profusión de congas y el característico ritmo de samba del brasileño Airto Moreira (1941), o en Kenny Clarke el uso de violines, oud y târ refleja las complejas evoluciones interpretativas de Kenny Clarke (1914-1985), el siempre sofisticado baterista de The Modern Jazz Quartet.
Charlie Watts y Jim Keltner: Art Blakey
A The Charlie Watts Quintet se sumaron los saxofonistas Evan Parker y Julian Argüelles (1966), el trombonista Mark Nightingale (1967), el vibrafonista Anthony Kerr (1965), el percusionista Luís Jardim (1950) y el trompetista Henry Lowther (1941) para formar Charlie Watts and The Tentet, grupo que en el 2004 se reunió en el legendario Ronnie Scott’s Jazz Club de Londres para grabar en vivo un álbum doble titulado Watts at Scott’s, donde dan cuenta de temas como Bemsha Swing de Thelonius Monk, Body and Soul de Johnny Green, Sunset and the Mockingbird de Duke Ellington, Little Willie Leaps de Miles Davis y Take the ‘A’ Train de Billy Strayhorn. Cuatro años después, Charlie Watts volvió a abordar temas clásicos de boogie-woogie y swing en The Magic of Boogie Woogie (2010), disco grabado por The A, B, C & D of Boogie Woogie, cuarteto cuyo nombre se forma a partir de las letras iniciales de los nombres de sus integrantes: los pianistas Axel Zwingenberger (1955) y Ben Waters (1974), Charlie Watts y el ya mencionado contrabajista Dave Green. En junio del 2012 el sello Eagle Records lanzó el magnífico Live in Paris, álbum grabado por The A, B, C & D of Boogie Woogie durante varias sesiones en septiembre del 2010, en el famoso club de jazz parisino Le Duc Des Lombards.
Billy Strayhorn: Take the ‘A’ Train / Charlie Watts and The Tentet
El último gran proyecto jazzístico de Charlie Watts fue al lado de The Danish Radio Big Band, una de las agrupaciones de jazz y swing más destacadas de Europa, fundada en Copenhague en 1964 y que a lo largo de su historia ha contado con la presencia de artistas invitados como Stan Kenton, Dizzy Gillespie, Miles Davis, Stan Getz y Joe Henderson. Grabado en vivo en el Danish Radio Concert Hall de Copenhague en octubre del 2010 y editado en el 2017 por Impulse! Records, Charlie Watts Meets the Danish Radio Big Band es un álbum formado por reelaboraciones (no covers) en clave de jazz de tres canciones clásicas de The Rolling Stones —(Satis) Faction, You Can’t Always Get What You Want y Paint It Black—, dos estándares — I Should Care de Axel Stordahl, Paul Weston y Sammy Cahn y Molasses de Joe Newman— y The Elvin Suite, elegante pieza compuesta por el propio Charlie Watts y Jim Keltner como homenaje al influyente baterista post-bop Elvin Jones (1927-2004) y ya incluida anteriormente en The Charlie Watts/Jim Keltner Project.
Mick Jagger y Keith Richards: Paint It Black / Charlie Watts y The Danish Radio Big Band
A lo largo de su carrera en el mundo del jazz, Charlie Watts abordó estilos tan diversos como el swing, el bebop y el hard bop de una manera sencilla y exenta de protagonismos (de hecho, en cada disco cede el paso a los demás músicos y su presencia se limita al suave susurro de sus escobillas) que revela simplemente un gran amor por este fascinante género musical. Quizá por ello, esta faceta del legendario baterista de The Rolling Stones pasó prácticamente inadvertida para el gran público. Esta es una invitación para que nuestro amable lector la conozca o la disfrute de nuevo.
Comentarios