Se trata de un término que se utiliza para un estilo de pintura francesa del siglo XIX que se ha extendido a la música de una generación posterior. La pintura de Claude Monet,
Impresión: salida del sol, exhibida en 1874, dio lugar a la acuñación de este término. La escuela impresionista de pintura volvió la mirada hacia los temas urbanos (parisinos, generalmente) y los paisajes, tratados de una manera muy particular: las vistas son captadas bajo una reflección de luz tenue, a veces brumosa, y esta “impresión” es más importante que el trazo o el detalle. El término se aplicó a la música del siglo veinte que también se inclinó en parte a la representación de paisaje o fenómenos naturales, especialmente imágenes de agua y luz (El mar, de Debussy; Reflejos sobre el agua, de Ravel, etc), a través de texturas y colores instrumentales sutiles y difusos.
Tradicionalmente Debussy y Ravel han sido catalogados como “impresionistas” aunque ambos desaprobaban del término. El hecho es que “impresionismo” ha quedado como descripción de un estilo musical identificable hasta en obras contemporáneas.
Fuentes: Alison Latham, Oxford Dictionary of Musical Terms, Oxford University Press, 2004.
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