María Teresa Castrillón, pianista y concertista, egresada del Conservatorio Nacional de Música y de la Academia Musical de Viena, es la autora de esta biografía indispensable sobre Angélica Morales (1911-1996), una de las más importantes e influyentes pianistas que ha tenido México.
Comisionada por el Conaculta, la maestra Castrillón escribe al respecto:
“El hecho de ser pianista me ha permitido valorar lo que significa una vida dedicada al piano, una niña – Angélica Morales – para la cual no hubo infancia ni más juego que el piano, y si bien en la mayoría de los idiomas “tocar” equivale a to play, jouer, spielen, sabemos que no es tal, sino un arduo trabajo y largas notas de práctica, de estudio, de tensión nerviosa y constante lucha. Angélica perseguía un ideal, una meta en su vida: hacer fructiferar el talento de que se sabía poseedora, y para ello había que renunciar a muchas cosas. Ni siquiera cursó las materias normales en una escuela; solo tuvo clases particulares, a fin de dedicar todo su tiempo al estudio del piano.
“Siendo muy joven cruzó las fronteras de la patria para triunfar en los escenarios de Europa. A los trece años deslumbraba ya al público de Berlín. Tocó con la Filarmónica de esa ciudad, en una época en que no era común salir de México y mucho menos participar en el medio musical europeo, donde sobresalió durante muchos años como uno de “los” grandes. No por el hecho de haberse casado con un pianista tan famoso como Emil von Sauer, sino por mérito propio.
“Angélica Morales ha sido, por mucho, la figura más destacada del piano en México. Cada una de sus interpretaciones tuvo el sello de acabada perfección; lo mismo exhibía finura que garra varonil, lo cual le ganó un lugar de gran altura entre los pianistas, tanto hombres como mujeres. Sus grabaciones, en casetes tomadas de la radio o en concierto, son perfectas no sólo técnicamente, sino en su interpretación; siempre equilibradas, justas sobrias. …En Angélica todo es acertado: estilo seguro, musicalidad, eclecticismo y aún más: nos sorprenden los tours de force que constituían cada uno de sus programas y que, por si fuera poco, solía presentar en ciclos de tres. Técnica y musicalmente superdotada, sus virtudes – prodigiosa memoria, repertorio extensísimo y buen gusto en la interpretación – no son cualidades que se reúnan normalmente en una sola persona”.
La biografía narra detalladamente la vida de Angélica, y las hazañas, triunfos, genialidades y excentricidades, descalabros, imprudencias y errores que afectaron su vida profesional y personal. La autora reúne una valiosa serie de testimonios de alumnos distinguidos de la Morales que arrojan una perspectiva novedosa de la gran intérprete como maestra y observadora crítica del ambiente musical de su época. Se incluye también un listado de su amplio repertorio. Curiosamente no se incluye una discografía, quizás porque no hizo muchas grabaciones. Esta obra de laboriosa investigación es el libro que faltaba para mantener viva la presencia de una excepcional artista mexicana.
María Teresa Castrillón, Angélica Morales, historia de una pianista mexicana, Conaculta, México, 2007
Comentarios