La mejor soprano francesa de los últimos 25 años se despidió de los escenarios en Toulouse el pasado mes de septiembre: Natalie Dessay, una de las personalidades más estimulantes, polifacéticas y carismáticas de la lírica internacional cerró su carrera en ópera escenificada – al menos momentáneamente – con uno de sus roles más reconocidos, Manon, la Traviata francesa, un papel que borda y exprime a placer. Natalie Dessay dejó huella en este inicio de temporada en Toulouse. ¿Su última ópera escenificada? Con la artista francesa nunca se sabe: su talento y temperamento teatral son imprevisibles, pero su impronta no se olvidará y su carisma lírico perdurará en la memoria de los aficionados.
Fuente: Jordi Maddaleno, en Ópera Actual.
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