En sustitución de Lourdes Ambriz, Alonso Escalante es ahora el nuevo director de la Ópera de Bellas Artes (OBA). Trae consigo las buenas cuentas rendidas en el Teatro del Bicentenario de León.
Instalado en su nuevo cargo, “es una cuestión patriótica poderle dar un buen año operístico a nuestro País”, expresó en entrevista con Reforma. Anticipa seis títulos para 2018 y otras actividades concertísticas en un año marcado por el 80 aniversario del Coro del Teatro de Bellas Artes y la conmemoración de los 150 años de la muerte de Rossini, que celebrará con una gala y un título bufo del genio de Pesaro que no haya sido presentado recientemente.
Contempla, además, el estreno de una ópera mexicana, y para diciembre, El Murciélago, cancelada en diciembre 2017 de última hora, decisión que el INBA atribuyó a falta de tiempo de ensayo. Está pendiente que la programación, a iniciar en febrero, sea aprobada por el Consejo de Ópera.
Escalante se propone evitar las cancelaciones e insiste en la planeación para lograrlo: “Tenemos que hacer todo lo posible para evitarlas”. Pretende cuidar los elencos, cuyo objetivo último es la calidad artística: “Elencos que pueden involucrar a cantantes nacionales, por supuesto, y a figuras internacionales que puedan sumar y enriquecer la propuesta vocal, y apostar por estimular a talentos jóvenes no sólo del Estudio de la Ópera de Bellas Artes”.
Además, pretende sumar a la iniciativa privada para financiar producciones. “Es algo que buscaré, lo hice en León de manera muy exitosa”.
Escalante aspira a que, al cabo de este año, se hable tan bien de la OBA como del Teatro del Bicentenario de León, “o mejor todavía, que se diga que en la Ópera de Bellas Artes se hace muy buena ópera”.
Fuente: Erika P. Bucio, en Reforma
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