La arquitectura del violín, entre física y estética
El violín es uno de los reyes de la música. Sus infinitos detalles nos cuentan historias fascinantes sobre el renacimiento italiano.
El violín es uno de los reyes de la música. Sus infinitos detalles nos cuentan historias fascinantes sobre el renacimiento italiano.
En 1947, Chávez recibió un encargo del estadounidense Murray D. Kirkwood para que escribiese un concierto para su esposa, la violinista Viviane Bertolami.
Entre quienes conocen de música, existe un consenso en el sentido de que Arturo Márquez es el compositor mexicano más destacado de su generación.
Ottorino Respighi compuso su poema sinfónico Fontane di Roma, “para reproducir con música una expresión de la naturaleza y para compartir la sensación del principal evento en la vida de Roma”.
Por su luminosidad, su frescura, su perfecto equilibrio formal, esta sonata ha sido siempre la predilecta de público e intérpretes.
La reducida pero importante producción de Henri Dutilleux demuestra una destacada originalidad en tanto forma y técnica.
Franz Schubert pasó una buena parte de su niñez y adolescencia en el Colegio Real e Imperial de la Ciudad de Viena, conocido coloquialmente como el Konvikt.
El manuscrito de la Sonata breve para violín y piano data del 2 de diciembre de 1930, lo que indica que la pieza fue escrita durante el quinto año de los estudios de Ponce en la Ecole Normale de Musique de París.
György Ligeti pertenece de lleno al eje de la vanguardia de las décadas de 1950 y 1960: Colonia/Darmstadt.
El Festival Internacional Divertimento recuerda el extraordinario talento de Erika Dobosiewicz.
Rajmáninov inició la composición de La isla de los muertos en enero de 1909 y completó la partitura el 17 de abril.
Franz Liszt (1811-1886) es, junto a Chopin, uno de los monstruos sagrados del pianismo del siglo XIX europeo.