Marcin Dylla, guitarra
Las variaciones de Ponce sobre la Folía fueron compuestas a petición expresa del gran guitarrista Andrés Segovia, según lo testimonia una carta escrita posiblemente en diciembre de 1929:
Quiero, que me hagas unas variaciones brillantes sobre el tema de las Folías de España, en re menor, y cuya copia del manuscrito de Berlín te envío. En un estilo que linde entre el clasicismo italiano del XVIII y los albores del romanticismo alemán. Esto te lo pido de rodillas… Si tú no la quieres firmar se la adjudicaremos a Giuliani, de quien hay muchas cosas por descubrir, y de quien acaban de darme un manuscrito en Moscú. Quiero que esta obra sea la mejor pieza de esa época, el equivalente de las de Corelli para violín sobre el mismo tema. Ve haciendo variaciones y mándamelas, y procura que contengan todos los recursos técnicos de la guitarra, por ejemplo variaciones en acordes simultáneos de tres notas, en octavas, en arpegios, sucesiones rápidas que asciendan hasta el sib sobreagudo y que expiren en el re grave, enlace de voces en nobles movimientos polifónicos, notas repetidas, un mayor cantabile que realce la belleza del tema, entrevisto a través del enredo ingenioso de la variación, y volver a él, para concluir con grandes acordes, después de derrochar toda la noble astucia musical de que tú eres capaz, para distraer al que oye, ¡de la proximidad definitiva del tema…! En todo doce o catorce variaciones, obra de toda una parte del programa, que no se hará larga, por el contraste de cada variación con la que la precede y la sigue.
En la carta siguiente, sin fecha, del mismo mes y anterior a la Navidad, ya menciona tres variaciones que están muy bien, y otras tres que le acaban de llegar, muy superiores. También acota la posibilidad de llamarlas diferencias y le sugiere hacer un final, que no sea una fuga, para que el público no se enfríe. Dos o tres días después, en la siguiente misiva, encontramos por primera vez el título de Preludio, Variaciones y Fuga, proyecto con el cual Segovia está muy de acuerdo y le sugiere que transforme el tema a su gusto y que aproveche la ocasión para hacer algo español. Después, en una carta del 22 de diciembre, le acusa recibo de cuatro variaciones más y vuelve a reafirmar el título de Preludio, Tema, Variaciones y Fuga, pero le pide un final corto y brillante, para tocarlo cuando esté ante un público menos elevado que el de capitales como Berlín, Londres o París, aunque termina diciendo que sobre su opinión está el parecer de Ponce. En la última carta de ese año, le anuncia que ya recibió la fuga y que está encantado con ella, que queda perfectamente en la guitarra y que no haya que cambiar ni una sola nota. Termina diciéndole que espera más variaciones y el preludio.
La siguiente noticia sobre la composición de esta obra, la encontramos en una carta de enero de 1930, escrita en alta mar, a bordo del Bremen, y en ella le comunica que sólo tiene dos páginas del preludio que Ponce le entregó en París, y que piensa que las páginas restantes deben habérsele caído en el hotel. También le explica que con las dos páginas que tiene, puede darse cuenta de que es verdaderamente difícil, más que las variaciones y la fuga; que le habría gustado estrenar la obra en su segundo concierto en Nueva York; que la fuga ya está lista y que espera una variación más, en acordes, además del final. En otra carta del 10 de febrero y escrita en Chicago, le anuncia que dará la primera audición de las “Diferencias sobre el tema de las Folías, seguidas de la fuga”. Y en la siguiente, escrita en Palm Beach, le acusa recibo del preludio y de tres variaciones más. El preludio, reescrito por Ponce para eliminar las dificultades mencionadas en la carta de enero, le parece muy bien, y de las variaciones, la única que le satisface es el canon, y las otras dos las considera inferiores a las demás; sin embargo, no menciona la primera audición anunciada en la carta anterior.
Después, no encontramos ninguna alusión a esta obra hasta una carta en la cual le explica que no ha propuesto el Preludio, las Folías y la Fuga para ser publicadas con Schott, debido a que esta casa editora desea espaciar la publicación de obras difíciles. Pero en la siguiente, del 31 de ese mes, le anuncia: “Estoy acabando de transcribir y digitar las variaciones a fin de tenerlas preparadas para cuando se lo propongan a Strecker, y noto que me falta la fuga”.
Seguramente Ponce se quedó sin ninguna copia de la fuga, puesto que Segovia le escribió después: “Ahí va la fuga. Perdona el lapsus. Corrígela y mándamela, para incorporarla enseguida a las variaciones y remitírselas a Strecker”. Y en la siguiente carta, sin fecha: “Hoy he terminado la digitación de las variaciones, y según deseas las mando a Schott. Dentro de dos días seguirá la fuga”. Y finalmente, en la siguiente carta, también sin fecha: “Schott tiene ya tus variaciones. Espero las segundas pruebas, después de las cuales, aparecerá la obra”.
Schott realizó la publicación en 1932, bajo el título Variations sur Folia de España et Fugue, habiendo aparecido el tema, 20 variaciones y la fuga. No se sabe qué fue lo que pasó con el preludio, que finalmente no fue publicado; aunque es muy posible que, al haber sido grabado como Postlude por Segovia, éste haya temido alguna consecuencia legal si aparecía bajo el título de preludio en la edición de Schott. El hecho de haber enviado todo este material por entregas, dificultó la conservación de los manuscritos y seguramente lo poco que quedaba de ellos debe de haber desaparecido en Barcelona, durante la guerra.
Fuente: Alcázar, Miguel: Obra completa para guitarra de Manuel M. Ponce, México: Conaculta, 2000, pp. 192–99.
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