Un lector pregunta por qué ya no se escribe “buena” música como antes, cuando todo lo que se escribía era “buena música”. Hay que aclarar que no toda la música del pasado era igualmente buena. Existe un proceso de auto-selección que va dejando al margen aquella música que no encontró respuesta o reacción entre el público. Por ejemplo, se conoce la música de Ludwig van Beethoven pero no la de su contemporáneo Elías Grumsky. Y podemos tararear la “Oda a la alegría” pero difícilmente podemos conocer y tararear le Concierto para corno núm. 1, de su contemporáneo Giovanni Punto. Y eso que era un compositor hecho y derecho.
Fuente: Robert A. Cutietta, profesor de música, en la universidad de California del Sur, ampliamente conocido por sus libros de educación musical y por su programa Ask the Dean, en la estación de música clásica KUSC Radio.
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