Por José Antonio Palafox
La historia cuenta que la célebre actriz francesa Adrienne Lecouvreur (1692-1730) murió al aspirar un ramo de dalias que le remitió la duquesa de Bouillon —su rival de amores—; no obstante, tal hecho nunca se comprobó.
La ópera Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea se basa en ese relato y es la más conocida de las tres que existen y que también musicalizaron [sic] Edoardo Vera (1821-1889) y Tomasso Benvenuti (1838-1906), y cuando digo conocida me refiero a que sin tener la popularidad de La traviata, La bohème o Madama Butterfly, esta partitura de Cilea ha marcado una serie de acontecimientos artísticos muy importantes, a saber: su primer intérprete masculino fue Enrico Caruso, que además la estrenó en el Met de Nueva York en 1907. Otros célebres tenores la incorporaron a su repertorio y grabaron las arias “La dolcissima effigie…” y “L’anima ho stanca…”, de enorme belleza, y otros la ópera completa [sic].
En 1968 en el Met neoyorkino el celebérrimo tenor Franco Corelli, anunciado para interpretar una serie de ocho funciones, sólo cantó dos y en su lugar debutó como emergente Plácido Domingo al lado de una de las grandes leyendas del canto: Renata Tebaldi. Hay que apuntar que a los 21 años de edad, Plácido Domingo cantó con mucho éxito esta ópera en Bellas Artes, triunfo que pareció vaticinarle que en seis años habría de interpretarla nuevamente en situaciones muy diferentes y con redoblado triunfo.
En cuanto al rol protagónico, además de Tebaldi, sopranos como Claudia Muzio, Maria Caniglia, Magda Olivero, Montserrat Caballé, Renata Scotto, Joan Sutherland, Mirella Freni y Maria Guleghina han hecho magnas creaciones de este personaje. En su estreno absoluto en 1902 en el Teatro Lírico de Milán, fue recibida con entusiasmo y pronto comenzó a representarse en otros teatros italianos y posteriormente en Estados Unidos y Europa.
Francesco Cilea escribió cinco óperas, además de Adriana Lecouvreur, que tuvieron mucho éxito en sus estrenos y que hoy prácticamente están olvidadas: Gina (1889), La Tilda (1892), L’arlesiana de la que hizo cuatro revisiones [sic] (1897, 1898, 1910 y 1937) y que contiene una de las arias más famosas para tenor, que nunca falta en un recital, concierto o concurso, “É la solita storia del pastore…”, y Gloria (1907).
Adriana Lecouvreur llegó a México muy pronto en relación a su estreno mundial, el 5 de mayo de 1903, y no se volvió a escenificar hasta 1951, en el Palacio de Bellas Artes, con la soprano Clara Petrella, el tenor italiano Mario del Mónaco, nuestra compatriota Oralia Domínguez y el barítono Giuseppe Taddei; en 1962 la interpretaron en la temporada de la Ópera Nacional la soprano Pina Carrillo, el jovencísimo Plácido Domingo y el barítono Roberto Bañuelas. En 1986, en el mismo escenario, la distinguida soprano Gilda Cruz-Romo interpretó magistralmente el rol de Adriana Lecouvreur.
Fuente: José Octavio Sosa en el programa de mano del Auditorio Nacional para las proyecciones En vivo desde el MET de Nueva York, temporada 2018-2019
Francesco Cilea: Final del tercer acto de Adriana Lecouvreur / Mirella Freni (Adriana Lecouvreur), Fiorenza Cossotto (Princesa de Bouillon), Peter Dvorský (Maurizio), Ivo Vinco (Príncipe de Bouillon), el coro y la orquesta del Teatro alla Scala de Milán, dirige Gianandrea Gavazzeni
El próximo sábado 12 de enero a las 12:00 p.m se transmitirá en el Auditorio Nacional, en vivo desde el MET de Nueva York, Adriana Lecouvreur de Francesco Cilea. En los papeles principales estarán la soprano ruso-austriaca Anna Netrebko como la actriz Adriana Lecouvreur, la mezzosoprano georgiana Anita Rachvelishvili como la princesa de Bouillon, el tenor polaco Piotr Beczala como el conde Maurizio, el tenor italiano Carlo Bosi como el abad y el bajo italiano Maurizio Muraro como el príncipe de Bouillon. La producción correrá a cargo de sir David McVicar, con escenografía de Charles Edwards y vestuario de Brigitte Reiffenstuel. La orquesta y el coro del Met estarán bajo la batuta del director italiano Gianandrea Noseda.
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