El próximo sábado 23 de noviembre a las 12:00 p.m se transmitirá en el Auditorio Nacional, en vivo desde el Met de Nueva York, Akhnaten de Philip Glass, una ópera cantada en egipcio, acadio, hebreo bíblico e inglés. En los papeles principales estarán el contratenor estadounidense Anthony Roth Constanzo como Akhnaten, la mezzosoprano estadounidense J’Nai Bridges como Nefertiti, la soprano islandesa Dísella Lárusdóttir como la reina Tye, el tenor estadounidense Aaron Blake como el sacerdote de Amon y el bajo estadounidense Zachary James como Amenofis III. La producción es del director de escena inglés Phelim McDermott, y la orquesta y el coro del Met estarán bajo la batuta de la directora estadounidense Karen Kamensek.
El faraón del cambio
Originario de Baltimore, Philip Glass estudió en la Universidad de Chicago, en la Escuela Juilliard de Nueva York y además fue alumno del compositor Darius Milhaud (1892-1974) y de la destacada pedagoga Nadia Boulanger. Glass es reconocido por su interés en las músicas y las culturas de latitudes diversas a la suya, hecho perceptible en muchas de sus obras. Es posible que este enfoque multicultural haya surgido durante su estancia en París, donde trabajó con el citarista y compositor indio Ravi Shankar.
Fundó el ensamble instrumental que lleva su nombre, formado por teclados y alientos, con el que se ha dedicado a divulgar su música por todo el mundo. En el ensamble y otros proyectos, ha contado con la colaboración del director musical Michael Riesman. Si bien es cierto que la etiqueta de “minimalismo” es aplicada con frecuencia a su música, Glass tiende a rechazarla y prefiere definirse como un compositor de música con estructuras repetitivas.
Philip Glass es uno de los más importantes creadores actuales de música para la escena y para los medios audiovisuales. Entre sus numerosas partituras cinematográficas destacan las que compuso para la trilogía Qatsi (Koyaanisqatsi, Powaqqatsi y Naqoyqatsi) del director estadounidense Godfrey Reggio. En el campo de la ópera, ha escrito más de una treintena de piezas de teatro musical; si bien algunas de ellas no han sido designadas como óperas (ópera de cámara y teatro musical son algunas de sus descripciones), presentan la mayoría de los elementos del género. Además, Glass es autor de una importante obra para piano solo, conciertos para diversos instrumentos (violín, piano, timbales, cuarteto de saxofones), una docena de sinfonías y numerosas obras de cámara para distintas combinaciones.
Las primeras óperas de Glass —Einstein on the Beach (1975-1976), Satyagraha (1978-1979) y Akhnaten (1983)— forman una trilogía que el propio compositor considera indivisible. Cada una está dedicada a la singular exploración de un personaje (Einstein, Gandhi, Akenatón), y a las tres las anima una visión muy personal del compositor y sus libretistas sobre las especulaciones y las búsquedas espirituales y filosóficas de sus protagonistas.
En el sitio oficial de Philip Glass aparece esta escueta descripción de la ópera Akhnaten:
Se trata de la tercera ópera de la trilogía de Glass sobre hombres que cambiaron el mundo en el que vivieron a través del poder de sus ideas. El tema de Akhnaten es la religión. El faraón Akhnaten fue el primer monoteísta que registra la historia, y su intención de instaurar una religión de un solo dios, en vez de la adoración de múltiples dioses que era usual cuando ascendió al poder, fue responsable de su violento derrocamiento. La ópera describe el ascenso, reinado y caída de Akhnaten en una serie de cuadros.
Philip Glass compuso Akhnaten en respuesta a un encargo de la Ópera Estatal de Württemberg en Stuttgart, y la obra se estrenó ahí el 24 de marzo de 1984. El director musical fue Dennis Russell Davies y la dirección de escena estuvo a cargo de Achim Freyer. El rol titular fue cantado por el contratenor Paul Esswood y la mezzosoprano Milagro Vargas hizo el papel de Nefertiti. Los intérpretes principales del estreno participaron en la grabación de la ópera en 1987.
La puesta en escena de Akhnaten requiere para los roles centrales a cuatro sopranos, cuatro mezzosopranos, un contratenor, un barítono y un bajo; un coro mixto, un cuerpo de ballet en el segundo acto y una orquesta de mediano tamaño que incluye un oboe d’amore, una sección de percusiones, celesta, sintetizador y una sección de cuerdas sin violines.
He aquí estas palabras de Philip Glass respecto a sus primeras óperas: “Mi intención es que la trilogía sea puesta en escena en tres noches consecutivas, y eso ocurrirá por primera vez en junio de 1990 en Stuttgart. Es difícil saber exactamente qué va a pasar. Yo estoy tan emocionado por verlo como todo el mundo”.
Sobra decir que más de un comentarista ha comparado esa puesta en escena de la trilogía de Glass, guardando las necesarias distancias y asumiendo las necesarias diferencias, con el estreno de la tetralogía de Richard Wagner (1813-1883), realizado en agosto de 1876 en Bayreuth.
Fuente: Juan Arturo Brennan en el programa de mano del Auditorio Nacional para las proyecciones En vivo desde el MET de Nueva York, temporada 2019-2020
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