Fina ejecutante de guitarra, Marcela Rodríguez se inició en la composición con una serie de obras para dicho instrumento, entre los cuales Persecución , para ocho guitarras, ofrece una propuesta interesante. Con la composición de Fantasía, para oboe, cuerdas y percusiones, penetra de lleno en la escritura para conjuntos instrumentales y exhibe ya algunas de las cualidades que definen su estilo: diferenciación de los grupos tímbricos o instrumentos individuales, texturas nada complejas, recurrencias motívicas, reiteraciones rítmicas y un claro movimiento direccional. Sus obras se vuelven progresivamente más elaboradas y dramáticas a partir de 1988 – Libro de los elementos, Fábula de las regiones, la óperas La Sunamita (1991), Séneca (2004), Las Cartas de Frida (2010), el oratorio Un réquiem mexicano, Seis canciones sobre textos de Sor Juana Inés de la Cruz, además de diversas obras para teatro y danza. Es actual directora del Festival “Puentes”, Encuentros Hispano-Mexicanos de Música Contemporánea.
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