Los homenajes musicales en memoria de grandes compositores inevitablemente opacan o bien olvidan los aniversarios (nacimiento, muerte) de figuras musicales menos conocidas pero que merecen ser recordadas. Tal es el caso del prolífico compositor francés, Darius Milhaud (1892-1974), cuyo vasto repertorio alcanza más de 400 obras. Francisco Ramos lo describe así: “De espíritu clásico, Milhaud muestra un talant abierto a la luz y la vitalidad mideterráneas. El tono despejado, la franca línea melódica, la despreocupación con la que Milhaud afronta cualquier material, obedecen perfectamente a la época del París de entreguerras, necesitada de un espíritu como el suyo, capaz de manufacturar cada obra justamente con aquellos elementos que la sociedad pedía a voces. Así, no es de extrañar la exitosa acogida que recibiera toda su producción compuesta después de la Primera Guerra Mundial (Saudades do Brasil, l’homme et son désir o Le train bleu), testimonio de la enorme expansión que la música de jazz tomó en la Europa de la década de 1920. El culto del jazz formaba parte del catecismo del “profeta” Jean Cocteau y del “grupo de los seis” (del cual formaron parte Milhaud, Arthur Honegger, Francis Poulenc, Germaine Tailleferre, Georges Auric, y Louis Durey); aunque no se supiera en aquellos momentos distinguir entre el auténtico jazz americano y el que se interpretaba en los clubs parisienses; en tal ambiente el tono descuidado y jovial, Le boef sur le toit (El buey sobre el tejado) y La creation du monde – dos de sus obras más famosas de ese periodo – encajaban perfectamente”.La obra de Milhaud es impresionante tanto por su número como por su calidad: 9 óperas, 12 ballets, 12 sinfonías, 12 sinfonías para orquesta de cámara, 6 conciertos p/piano, 18 cuartetos para cuerdas y otras 400 obras más para todo tipo de forma musical e instrumentación. Frecuente fue su colaboración con literatos de su tiempo como Paul Claudel, quien escribió el libreto de la ópera Cristóbal Colón y varios oratorios como Agamenón, Proteo, Las coéforas, y El anuncio hecho a María; también colaboró con Jules Superville (libreto de la ópera Bolívar), Franz Werfel (libreto Maximiliano), Jean Anouilh, Cocteau, André Obey, etcétera.Viajero incansable, una debilitante enfermedad reumática crónica le obligó a una vida sedentaria y durante muchos años fue profesor en Mills College, Estados Unidos. Murió en Suiza.Fuentes: Grove’s, Garzanti
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