Con cuatro recitales operísticos en diferentes escenarios de la Ciudad de México, el Cuarteto Mabarak rindió homenaje a los compositores Carlos Jiménez Mabarak y José Luis González, entre otros destacados creadores musicales mexicanos y extranjeros.
Esta agrupación, integrada por concertistas y solistas cantantes de ópera de Bellas Artes, se presentó el jueves 28 de enero en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán; el viernes 29 en la Biblioteca Vasconcelos y el sábado 30 en la Casa del Lago Juan José Arreola. El conjunto conformado por María Luisa Tamez (mezzosoprano), Conchita Julián (soprano), José Guadalupe Reyes (tenor) y Arturo Barrera (barítono) cerró esta serie de conciertos en el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte, el domingo 31.
“El año pasado decidimos hacer un cuarteto con el nombre de Mabarak, uno de los grandes músicos que tuve el honor de conocer. Tengo un gran cariño hacia este maestro y un grato recuerdo de los inicios de mi carrera. Se aprende mucho cuando uno tiene la fortuna de contar con un compositor como él en los ensayos; él daba instrucciones de cómo quería los colores, los tiempos y la dinámica. Eso es algo invaluable”, comentó la cantante María Luisa Tamez.
Señaló que la música de Mabarak no es interpretada comúnmente, y que revivir su legado con la versión de cuatro cantantes de ópera le da un plus al programa. “Es un experimento escuchar a cuatro cantantes solistas haciendo música a capela”. Explicó que para honrar el trabajo del mencionado compositor mexicano, el cuarteto interpretó obras como Canción desesperada, Sueño y Ay luna ven, entre otras.
Tamez afirmó que en estos recitales destacaron también las composiciones del director y arreglista José Luis González: El niño y sus dones, Nocturno y Melancolía.
“José Luis González fue un músico de gran valía, él era de los grandes pianistas que bajaba y subía de tono en el momento; leía a primera vista y tenía oído absoluto. Dejó una gran huella en la música”, sostuvo la mezzosoprano. “Cantar en español es maravilloso, e interpretar a Mabarak y a José Luis González implica un manejo respetuoso del estilo de los maestros. Hay que pensar en el momento en que fue escrita la pieza y lo que el compositor quería expresar. Lo maravilloso de la música viva es que no hay una interpretación igual que otra, suenan completamente diferentes porque cada intérprete le impone su propio color y emoción”, agregó.
El Cuarteto Mabarak también interpretó obras de Consuelo Velázquez, Georges Bizet, Emilio Arrieta, Pablo Sorozábal, Federico Moreno Torroba, Leonard Bernstein, George Gershwin y María Grever.
“En este momento de nuestras carreras es sumamente gratificante poder hacer este tipo de trabajos. Hay que tomarlo con todo el cariño y respeto para recordar y homenajear a dos grandes músicos de nuestra cultura musical y vocal mexicana, que es de una calidad y hermosura excepcional”, concluyó María Luisa Tamez.
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