Sinfonía no. 5
La Quinta de Vaughan Williams es un completo contraste con la sinfonía anterior. Partes de ella contienen material de la entonces incompleta Pilgrim’s Progress. Compuesta entre 1938 y 1943, se trata de una obra bellamente serena, pero con tensión en su núcleo. El estreno con el compositor al podio ocurrió en el Royal Albert Hall en junio de 1943 y está dedicada a Jean Sibelius.
Sinfonía no. 6
La sinfonía no. 6 fue compuesta entre 1944 y 1947 e interpretada por primera vez con Boult el 21 de abril de 1948. Como la número 4, es una obra amenazante, con impresiones arremolinadas y diabólicas. Contiene un extraño solo de tuba, así como un scherzo ruidoso y síncopas que recuerdan al jazz. El segundo movimiento recuerda a Marte de Los planetas de Gustav Holst, mientras que el maravilloso pianissimo final da la impresión de estar a la deriva de la atemporalidad y el espacio.
Sinfonía no. 7 “Antártica”
Gran parte de esta sinfonía fue tomada del material utilizado para la película Scott of the Antarctic. Fue interpretada por primera vez por la Orquesta Hallé bajo la dirección de Barbirolli el 14 de enero de 1953. Convocó a la orquesta más grande jamás empleada por el compositor: utiliza un piano, una máquina de viento, gongs, órgano, glockenspiel, celesta, xilófono y vibráfono, así como voz humana.
Sinfonía no. 8
Dedicada a Sir John Barbirolli y estrenado el 2 de mayo de 1956 en el Free Trade Hall de Manchester por la Orquesta Hallé y la dirección de Barbirolli. Usando una combinación de instrumentos exóticos, esta es la más corta de las sinfonías. VW llamó al primer movimiento con un curioso título: “Siete variaciones en busca de un tema”.
Sinfonía no. 9
Compuesta en 1956-7 y revisada en 1958, el año de la muerte del compositor, la sinfonía se interpretó por primera vez bajo la dirección de Sir Malcolm Sargent el 2 de abril de 1958. A pesar de su avanzada edad y de la revisión de ideas exploradas mucho antes, la música es innovadora y predice una nueva fase en el viaje musical de Vaughan Williams. Muchas de las ideas evocan escenas de la novela Tess de Thomas Hardy, una obra que disparó su imaginación lo suficiente como para seguir los pasos de su amigo de toda la vida Gustav Holst.
Fuente: The Vaughan Williams Society
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