En 1930 Ottorino Respighi compuso Lauda per la Natività del Signore, la única pieza sacra coral de su producción. En esta canción de alabanza al milagro de la Navidad los pasajes del majestuoso coro se alternan con los roles solistas de María, el ángel y el pastor, acompañados por el sonido de los instrumentos pastorales. La música es muy variada, contiene elementos estilísticos que van desde el románticismo tardío hasta el neo-barroco, así como ecos del canto gregoriano. Pero sobretodo se eleva la marca registrada de Respighi: el arte de la orquestación. La música es recurrentemente melismática en ambas partes vocales e instrumentales y también juega con cambios en el timbre. Las voces de los hombres a capella subyacen al canto de la pastora que se pregunta si Jesús estaría ofendido por nacer en un humilde establo. Los pastores masculinos recogen el lamento de la solista y describen la escena: José durmiendo exhausto por el viaje a Belén, mientras que María, sin ayuda, vela al bebé. El coro de pastores ve al niño y aprecia la vigilancia de María, pero ahora tiene que salir porque sus animales están sin vigilancia . “Gloria a ti, niño recién nacido , que da luz a todo el mundo.”
Comentarios