Esta entrada pertenece a la serie “Los Nocturnos de Chopin”, puede visitar el resto en:
Los Nocturnos de Frédéric Chopin (I)
Los Nocturnos de Frédéric Chopin (II)
Los Nocturnos de Frédéric Chopin (IV)
Nocturno en sol mayor, Op. 37, No.2
Jan Ekier – piano
Este nocturno gozaba de mayor popularidad en el s. XIX que en la actualidad. Su tema principal en terceras y sextas tiene un sabor a barcarolle veneciana. El crítico victoriano Niecks encuentra “una hermosa sensualidad en la obra; es deliciosa, suave, redonda y no carece de un cierto grado de languidez”. La sección central evoca una confiada calma que contrasta con los jugueteos y la inercia ligera del inicio. Es curioso cómo llegamos al nuevo tema, la sección A termina irresuelta y en la incertidumbre que nos deja un sorpresivo relativo menor se materializa una línea melódica llena de sosiego y paz, que en ocasiones se aproxima hacia una velada melancolía. La sección primera retorna con una reexposición que promete ser literal, pero no tardamos en tropezar de nuevo con el bellísimo tema de la sección media irrumpiendo y manifestando su jerarquía. Luego de otro asomo del material inicial, el nocturno encuentra su fin en el regreso definitivo de la atmosfera apacible.
Nocturno en do menor, Op. 48, No.1
Vladimir Ashkenazy – piano
Dada la grandeza de su concepción, el nocturno en do menor no tiene rival en toda la serie. La obra, compuesta en 1841, encuentra el genio de Chopin en plena efervescencia, llegando a verdaderos extremos de energía emocional. La primera parte abre con una elongada melodía que inicia con enorme austeridad en la quinta. Este tema adquiere poco a poco cobijo gracias a inserción de fiorituras típicas de Chopin. Luego aparece un coral de tono casi religioso. La contemplación llega a su fin cuando irrumpe un progresivo pasaje de octavas dobles que alcanza un furioso climax. La sección de Doppio movimiento, donde vuelve el tema principal, esta vez acompañado de intensos acordes repetidos, tiene un tañido ético casi beethoveniano. Para Kullak, “el diseño y contenido poético de este nocturno lo hace el más importante que Chopin haya creado; el tema principal es una expresión magistral de un dolor de grandes alcances”.
Nocturno en fa sostenido menor, Op. 48, No.2
Vladimir Ashkenazy – piano
Un sutil y recóndito nocturno. De engañosa dificultad interpretativa, su sección central en re bemol es una especie de recitativo. El tema principal es casto, transparente y de una longitud inusual, este transporta una pasión velada a lo largo de la pieza.
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