Nuestro colaborador en Música en México, Francesco Milella, ha obtenido el doctorado en musicología por la universidad de Cambridge con una tesis sobre la ópera en México independiente. Milella describe en breve su trabajo de investigación:
Titulada Manuel García Beyond Italian opera. Manuel García in postcolonial Mexico City (1826-1828) la tesis analiza la breve e intensa actividad operística del tenor y compositor español, Manuel García (1775-1832), a través de las óperas que él compuso y representó en la Ciudad de México entre 1826 y 1828. En aquella época la ópera italiana y, en particular, el repertorio rossiniano, eran vistos por las nuevas élites criollas como un símbolo de civilización, cosmopolitismo y modernidad en abierta oposición a la tradición colonial del imperio español. La llegada a México de un divo como García, uno de los grandes tenores de la época (primer Conde de Almaviva en el Barbero rossiniano, Roma,1816), era el momento que muchos esperaban: por primera vez después de la independencia, México podía presentarse ante el mundo occidental como una nación culturalmente moderna, capaz, como Italia, Francia e Inglaterra, de tener con una moda operística propia y una estrella internacional.
Sin embargo, tan pronto como se abrió la temporada de ópera en el verano de 1827, la relación entre García y el público mexicano comenzó a complicarse con malentendidos, tensiones y conflictos. La verdad es que ambos hablaban el mismo idioma, pero no en el escenario: las óperas que el célebre tenor había decidido presentar no correspondían a lo que el público mexicano había aprendido a conocer durante la fase final del imperio borbónico. Aun siendo español, García había llegado con la idea de imponer una ópera profundamente italiana sin respetar la costumbre local de traducir la ópera al español y adaptarla a los gustos musicales de las élites criollas. Este choque dio vida a formas híbridas y fascinantes de componer, interpretar y pensar la ópera italiana en el México independiente. Formas que hoy observamos en las partituras de las óperas que García compuso y representó en México: L’Abufar, L’amante astuto, Un’ora di matrimonio, Semiramide, Acendi, La Jaira y Los maridos solteros. A través de un estudio de estas partituras y sus libretos, este trabajo de investigación ofrece nuevas perspectivas para analizar la producción de la ópera italiana como un proceso fundamental en el camino de la construcción identitaria en el México poscolonial.
Francesco Milella para Música en México
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